Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un esquiador solitario de backcountry experimentó una angustiante odisea el 3 de diciembre cuando fue atrapado en una avalancha en Mines Peak, cerca de Berthoud Pass. El incidente ocurrió a pesar de las intenciones iniciales del esquiador de evitar terrenos propensos a avalanchas, lo que resalta la naturaleza impredecible de los deportes de invierno en el backcountry de Colorado. Según el informe final publicado por el Centro de Información de Avalanchas de Colorado el lunes, el esquiador había planeado inicialmente permanecer en pendientes de bajo ángulo y bien transitadas, pero se desvió de su ruta para probar las condiciones de la nieve. Esta decisión lo llevó a Mines 2, un camino de avalancha que se convertiría en una trampa mortal. En ese fatídico día, el centro de avalanchas había calificado el peligro de avalanchas en la zona como "considerable" (Nivel 3 de 5), especialmente en la línea de árboles, donde el esquiador desencadenó una avalancha de placa dura. Esta avalancha lo arrastró aproximadamente 400 pies a través de un terreno traicionero, dejándolo parcialmente enterrado bajo los escombros, con su cara y cabeza cubiertas aproximadamente seis pulgadas. La avalancha, que medía alrededor de 2 pies de profundidad y más de 600 pies de ancho, causó una destrucción significativa al descender 800 pies verticales. En una notable muestra de resiliencia, el esquiador, a pesar de sufrir una dislocación de hombro, pudo desenterrarse de la nieve. Logró liberarse lo suficiente como para llamar por ayuda con su teléfono celular. Su ubicación era peligrosa, enterrado bajo la nieve con una lesión que habría desalentado a muchos de siquiera intentar escapar. Antes del accidente del esquiador, ya se habían producido avalanchas naturales en las cercanías, incluida una deslizamiento significativo en el camino adyacente de Mines 1. El centro de avalanchas señaló que el esquiador no notó el deslizamiento previo, lo que subraya la importancia de la vigilancia en el backcountry. Más tarde admitió que no se tomó un momento para reevaluar su situación, un error de juicio que podría haberle costado caro. El informe enfatizó que la avalancha fue el resultado de un problema persistente de placa en la región, derivado de una combinación de tormentas de octubre que dejaron una capa débil de nieve seguida de capas rígidas, arrastradas por el viento, desde principios de noviembre. Este precario manto de nieve contribuyó a la desafortunada experiencia del esquiador. Después de escapar de los escombros de la avalancha, el esquiador caminó cuesta abajo hacia la carretera U.S. Highway 40, donde fue finalmente encontrado por equipos de búsqueda y rescate aproximadamente una hora y media después. Fue transportado en ambulancia para recibir atención médica de emergencia. Este incidente sirve como un recordatorio contundente de los riesgos involucrados en el esquí de backcountry, especialmente durante una temporada invernal marcada por patrones climáticos impredecibles. Resalta la importancia de adherirse a los pronósticos de avalanchas y seguir las rutas planificadas, especialmente en áreas donde se han reportado deslizamientos naturales. A medida que los entusiastas de los deportes de invierno se preparan para la temporada, los expertos continúan aconsejando precaución y una preparación exhaustiva para garantizar la seguridad en el backcountry.