Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En noviembre, el comportamiento del consumo privado en Perú ha mostrado signos de moderación, según el Índice Big Data de Consumo Privado de BBVA Research. Este índice, que mide la variación en el gasto de los hogares peruanos, pasó de un 12.4% en octubre a un 8.4% en noviembre. La disminución en la tasa de crecimiento se puede atribuir a un contexto en el que los retiros de fondos previsionales han sido menos frecuentes, lo que ha impactado la capacidad de gasto de las familias. Pese a esta desaceleración general, ciertos sectores han experimentado un crecimiento significativo. Entre estos, se destacan las compras en entretenimiento, moda y belleza, así como en bienes para el hogar. Sorprendentemente, mientras que el gasto en educación y salud ha disminuido, el entretenimiento ha alcanzado cifras notables, lo que podría reflejar un cambio en las prioridades de consumo de los peruanos. Vanessa Belapatiño, economista de BBVA Research, señala que el rubro de entretenimiento ha visto un aumento en su crecimiento, pasando de una variación del 43.1% en octubre a un 44.4% en noviembre. Asimismo, las compras en moda y belleza han mostrado una recuperación, pasando de una caída del 2.6% a un crecimiento del 2.1%. En cuanto al sector del hogar, este también ha evidenciado mejoras, pasando de una contracción de 3.1% a un crecimiento de 5%. Por el contrario, se observa que el gasto en educación ha disminuido, con un descenso del 1.7% en octubre a -1.9% en noviembre. En el ámbito de la salud, la variación también ha sido negativa, pasando de un crecimiento del 10.7% en octubre a un 7.2% en noviembre. Esto podría indicar que las familias están priorizando el entretenimiento y el consumo de bienes de uso cotidiano sobre gastos en educación y salud, que suelen considerarse esenciales. Belapatiño considera que el sector del entretenimiento probablemente continuará su tendencia positiva en los próximos meses. La economista argumenta que, dentro de los rubros no esenciales, el entretenimiento ha estado a la vanguardia en términos de crecimiento. Además, sugiere que otros segmentos, como moda y belleza, también podrían seguir este camino. En cuanto al turismo, Belapatiño destaca que aunque este sector aún enfrenta desafíos, se están viendo signos de mejora. Las compras de pasajes están en aumento, lo que podría indicar un resurgimiento del interés en viajes que había sido postergado durante la pandemia. El turismo tiene un potencial importante, aunque su recuperación está siendo más lenta en comparación con otros sectores. Un desglose más detallado de las preferencias de gasto de los peruanos en entretenimiento revela que los bares y discotecas, así como los casinos y loterías, son responsables de una parte significativa del gasto total en este rubro. En números concretos, los casinos y loterías representan el 29% del gasto total en entretenimiento, mientras que las actividades culturales como el cine y el teatro abarcan el 20%. Belapatiño atribuye el crecimiento en el consumo a la mejora en los indicadores de empleo formal. Desde el tercer trimestre de 2024, ha habido avances en la calidad del empleo y una disminución en las tasas de informalidad y desempleo. Esto ha permitido que los peruanos dispongan de una mejor capacidad adquisitiva, lo cual se refleja en sus hábitos de consumo. También se menciona la caída de las tasas de inflación como un factor positivo que fomenta el consumo. La estabilidad en los precios ha permitido que los hogares se sientan más seguros al gastar, lo que ha contribuido a la recuperación del consumo privado. Para diciembre, sin embargo, se anticipa una desaceleración en el crecimiento, dado que se espera un agotamiento en la liquidez que los hogares habían acumulado a través de los retiros de fondos. Las proyecciones para el cuarto trimestre del año sugieren un crecimiento del consumo privado entre el 3% y el 3.5%, lo que permitiría cerrar el año con un crecimiento cercano al 2.6%. De cara a 2025, se prevé una ligera desaceleración, aunque aún con un crecimiento superior al registrado en los primeros dos trimestres de 2024. Se estima que el crecimiento podría rondar el 2.4% para todo el año. Finalmente, un cambio notable en los patrones de pago se ha evidenciado en la preferencia por el uso de tarjetas en lugar de efectivo. Aproximadamente el 67% de las transacciones se realizan con tarjetas, lo que refleja un cambio en los hábitos de consumo promovidos por la digitalización acelerada durante la pandemia. Belapatiño concluye que este cambio en la forma de pago también ha contribuido a la transformación del comportamiento de consumo en el país.