El Upper West Side llora la despedida de Absolute Bagels, que cierra sus puertas para siempre.

El Upper West Side llora la despedida de Absolute Bagels, que cierra sus puertas para siempre.

El cierre repentino de Absolute Bagels ha dejado al Upper West Side de luto, marcando la pérdida de una querida institución comunitaria.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud

En una ciudad conocida por su vibrante escena gastronómica, el cierre de Absolute Bagels ha enviado ondas de choque a través del Upper West Side, dejando a una comunidad de leales clientes en duelo. Esta querida tienda de bagels, un pilar desde principios de la década de 1990, ha sido celebrada durante mucho tiempo por sus bagels artesanales, que encarnan la rica historia de la cultura del bagel de Nueva York que se remonta a los artesanos originales del Lower East Side. Fundada por Samak Thongkrieng, un inmigrante tailandés que perfeccionó sus habilidades en el renombrado Ess-a-Bagel, Absolute Bagels rápidamente se convirtió en una querida institución del vecindario. Su reputación creció no solo por la calidad de sus bagels—hechos a mano, hervidos en agua, horneados y siempre frescos—sino también por su enfoque sencillo. La tienda evitó la era digital, operando sin un sitio web ni presencia en redes sociales, y aceptando solo efectivo. Sin embargo, los fines de semana, las filas se extendían por la calle, un testimonio de su perdurable popularidad. Sin embargo, la mañana del jueves, el ambiente cambió drásticamente cuando un aviso colocado apresuradamente informó a los clientes que la tienda estaba cerrada. El anuncio se propagó como un reguero de pólvora, encendiendo una ola de desesperación que resonó desde el Upper West Side hasta los entusiastas del bagel tan lejos como Brooklyn y Nueva Jersey. Las redes sociales estaban llenas de incredulidad y tristeza; un comentarista en West Side Rag capturó sucintamente el dolor colectivo con un sentido “¡Nooooooooo!!!!!” “Mi favorito era el bagel de todo, sin tostar, con queso crema de cebollino,” lamentó Sam Silverman, un experto local en bagels que calificó el evento de “catastrófico.” Otros compartieron sus sentimientos, contando historias de sus momentos preciados con los bagels en Absolute, mientras algunos salieron a las calles en busca de respuestas, ansiosos por descubrir el misterio detrás del cierre repentino. Curiosamente, las circunstancias que rodean el cierre siguen siendo inciertas. Una visita a la tienda más tarde ese día reveló una puerta metálica parcialmente bajada y a una empleada sombría distribuyendo bagels gratis a un pequeño grupo de clientes, con lágrimas evidentes en sus mejillas. Aunque se abstuvo de elaborar sobre las razones del cierre, la escena pintaba un conmovedor retrato de pérdida—tanto para los trabajadores como para la comunidad que servían. La concejal de la ciudad, Gale Brewer, hizo consultas a varios funcionarios de la ciudad, pero sus esfuerzos no arrojaron mucha claridad. “¡Este asunto de los bagels es raro!” comentó, reflejando la confusión y preocupación compartidas por muchos en la comunidad. A medida que la búsqueda de respuestas continuaba, algunos clientes encontraron consuelo en sus conexiones personales con Absolute Bagels. Emily Code, quien había visitado la tienda desde que se mudó al vecindario hace 14 años, encargó una pintura de su primera comida allí durante la pandemia. “Es el único lugar que realmente amo en el vecindario,” dijo, capturando los lazos emocionales que muchos sentían. El sentido de incredulidad persistía, particularmente entre aquellos como Hazel Balaban, que había visitado la tienda justo el día anterior, sin ningún indicio de un cierre inminente. “Mirando hacia atrás, probablemente eso fue una señal de advertencia,” reflexionó, recordando cómo un empleado le había ofrecido a su hija un bagel gratis—un acto tan fuera de carácter para el establecimiento que ahora parecía ominoso. Mientras la comunidad lidia con esta pérdida inesperada, el cierre de Absolute Bagels sirve como un recordatorio del profundo impacto que los negocios locales pueden tener en nuestras vidas. Si bien los bagels en sí eran indudablemente deliciosos, fue el sentido de pertenencia y conexión fomentado por esta humilde tienda lo que se extrañará profundamente. En una ciudad llena de opciones, Absolute Bagels era más que un lugar para desayunar; era un punto de encuentro, un pedazo de hogar y un recuerdo querido para todos los que pasaron por sus puertas. A medida que los neoyorquinos continúan buscando respuestas, una cosa es cierta: el Upper West Side nunca será el mismo sin Absolute Bagels.

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