Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un reciente enjambre de terremotos ha encendido las preocupaciones entre científicos y funcionarios de gestión de emergencias sobre el potencial de un evento sísmico significativo a lo largo de la falla de New Madrid, que se extiende a través de varios estados del Medio Oeste. Desde el 6 de diciembre hasta el 11 de diciembre, el Servicio Geológico de EE. UU. reportó ocho terremotos en la región, siendo los temblores más sustanciales aquellos que registraron magnitudes de 3.0 y 2.6 cerca de Howardville, Missouri. Los otros temblores se midieron alrededor de magnitud 2, que generalmente son demasiado leves para ser sentidos, pero detectables por sismógrafos. La Zona Sísmica de New Madrid (NMSZ, por sus siglas en inglés) es conocida por su actividad sísmica, y los expertos advierten que esta falla ya está atrasada para un gran terremoto, que podría alcanzar magnitudes de 7 o más en los próximos 50 años. Se estima que la probabilidad de que ocurra dicho evento es de aproximadamente el 40 por ciento, con la urgencia aumentando a medida que pasa el tiempo. Robbie Myers, coordinador de emergencias del Departamento de Seguridad de Missouri, enfatizó que "cada año que pasa, la probabilidad se vuelve mayor". Históricamente, la NMSZ tiene un récord preocupante de poderosos terremotos, siendo los últimos significativos ocurridos a principios de 1800. Entre 1811 y 1812, tres eventos sísmicos azotaron la región, cada uno estimado entre magnitudes 7 y 8, lo que resultó en una destrucción generalizada. Desde entonces, la zona no ha experimentado un terremoto significativo durante más de dos siglos, dejando a muchos residentes inconscientes de los peligros potenciales que plantea la falla. Si bien los sismólogos reconocen que el reciente enjambre no predice de manera definitiva un terremoto más grande inminente, enfatizan la importancia de la preparación para quienes viven en las cercanías. Un gran terremoto en la región podría tener consecuencias catastróficas, incluyendo la destrucción de infraestructuras como puentes sobre el río Misisipi, daños severos a autopistas como la Interestatal 55 y rupturas de oleoductos y gasoductos. St. Louis, Missouri, y Memphis, Tennessee, son particularmente vulnerables y podrían enfrentar impactos severos, con el potencial de interrupciones nacionales que se extienden mucho más allá de la vecindad inmediata. Los expertos han señalado que los terremotos destructivos de magnitud 6 o mayores en la Zona Sísmica de New Madrid ocurren aproximadamente una vez cada 80 años, siendo el último evento de este tipo registrado en 1895. Dada esta cronología, se considera que la NMSZ está muy atrasada para un terremoto significativo, lo que refuerza la necesidad de que los residentes locales tomen en serio las precauciones. Los enjambres sísmicos como el episodio reciente no son infrecuentes en la NMSZ, caracterizados por grupos de terremotos más pequeños en un corto período. Los científicos están investigando las causas de estos enjambres, con teorías que sugieren que la falla podría estar deslizándose lentamente, o que cambios en las condiciones subterráneas podrían desencadenar una serie de temblores. La liberación gradual de estrés tectónico a lo largo de las fallas es una causa común, al igual que el movimiento de magma dentro de la corteza terrestre. A pesar de la actividad sísmica en curso en el Medio Oeste, gran parte del enfoque nacional sobre la preparación para terremotos se ha centrado en California, donde los expertos creen que la falla de San Andrés también está atrasada para un terremoto significativo. Esto ha dificultado que aquellos en Missouri y otros estados a lo largo de la NMSZ aboguen de manera efectiva por la preparación y la conciencia necesarias respecto a las amenazas sísmicas potenciales. Las características geológicas únicas del centro de Estados Unidos significan que un terremoto en la NMSZ podría sacudir un área mucho más grande en comparación con eventos similares en la costa oeste. Según el Departamento de Recursos Naturales de Missouri, la actividad sísmica en esta región puede afectar un área hasta 20 veces mayor que los terremotos de California, lo que resalta la necesidad de una mayor conciencia y preparación. A medida que la frecuencia de la actividad sísmica menor continúa, tanto los residentes como los funcionarios deben reconocer la importancia de la preparación y las posibles implicaciones de un gran terremoto en el Medio Oeste. Con el espectro de un terremoto significativo a la vista, es fundamental que las comunidades tomen medidas proactivas para garantizar la seguridad y la resiliencia ante las impredecibles fuerzas de la naturaleza.