Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una representación conmovedora de uno de los momentos más angustiosos de la historia, "5 de septiembre" lleva a los espectadores al corazón de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, un escenario que se transformó de una celebración del poder atlético a una transmisión en vivo de terror. La película se centra en los dilemas éticos que enfrentan los periodistas en un paisaje mediático en rápida evolución, ilustrando cómo su papel en la cobertura de crisis se ha convertido en un complejo baile de urgencia, responsabilidad y espectáculo. Cuando el sol salió ese día fatídico, los atletas de todo el mundo eran ajenos al caos que se desarrollaba en la Villa Olímpica. Ocho miembros de Septiembre Negro, un grupo militante palestino, infiltraron la zona, tomando como rehenes a 11 atletas israelíes y resultando en la muerte de dos de ellos. Sin embargo, la película se aparta de los captores y los rehenes para centrarse en el equipo de ABC Sports, que se vio inmerso en una noticia de última hora que nunca anticiparon cubrir. Dirigida por Tim Fehlbaum, "5 de septiembre" es más que una simple narración de los eventos; es una historia sobre la creación del periodismo. La narrativa se centra en Geoff, un joven productor interpretado por John Magaro, quien junto a un diverso equipo de colegas, lucha contra el tiempo para asegurarse de que los angustiosos acontecimientos sean capturados y transmitidos a una audiencia que está a punto de presenciar cómo la historia se desarrolla en vivo. La película captura la energía frenética y las altas apuestas de las noticias de última hora, mientras Geoff y su equipo navegan a través del caos, lidiando con las implicaciones de su cobertura mientras intentan adherirse a la integridad periodística. El ritmo de la película es implacable, reflejando la atmósfera llena de adrenalina de la sala de control. Fehlbaum opta por una estética de estilo documental, sumergiendo a la audiencia en la tecnología analógica de la época: enormes teléfonos de disco y cámaras voluminosas, mientras el equipo toma decisiones en fracciones de segundo para transmitir información al público. Este enfoque en la mecánica del periodismo aumenta la tensión, llevando a los espectadores a las complejidades morales que surgen cuando las noticias se convierten en entretenimiento. Peter Jennings, interpretado con gravedad por Benjamin Walker, se erige como una figura central en la cobertura, encarnando el ethos periodístico de la época. Su transformación de reportero deportivo a presentador de noticias clave en medio de una crisis subraya la naturaleza impredecible del periodismo en tiempos de turbulencia. La película captura el esfuerzo colectivo del equipo de ABC, que, aunque bien intencionado, se ve atrapado en el torbellino del sensacionalismo que a menudo acompaña a la cobertura en vivo. Esto pone de relieve la cuestión de las responsabilidades éticas de los periodistas cuando se enfrentan al sufrimiento de los demás. "5 de septiembre" evita hábilmente los tropos tradicionales del género periodístico, eludiendo los arquetipos de héroes y villanos típicamente vistos en películas sobre los medios. En su lugar, presenta a sus personajes como individuos complejos que navegan por un evento extraordinario, ilustrando las presiones y dilemas morales que enfrentan. La narrativa no se aleja de la incómoda verdad de que la cobertura del horror puede convertirse en una forma de entretenimiento, creando un espectáculo que tanto informa como distorsiona la realidad. La duración de 95 minutos de la película es tanto concisa como impactante, permitiendo una exploración atractiva de los temas sin adornos innecesarios. Se erige como un recordatorio conmovedor de cómo un evento singular puede redefinir el papel del periodismo y moldear la percepción pública, sirviendo como una reflexión sobre la naturaleza de la cobertura de noticias en una era donde la línea entre información y entretenimiento se difumina. A medida que las audiencias se acomodan en sus asientos para "5 de septiembre", se les invita no solo a presenciar un momento crucial en la historia, sino también a contemplar las responsabilidades que conlleva el poder de la prensa. La película resuena con los espectadores contemporáneos, instándolos a reflexionar sobre cómo ha cambiado el consumo de noticias en la era digital y qué significa ver una tragedia desarrollarse como si fuera un deporte para espectadores.