Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un contexto marcado por la devastación provocada por la DANA del 29 de octubre, dos grupos de inversión de impacto, Zubi y Social Nest, han decidido unir sus fuerzas a través de la Fundación Felisa para crear un Fondo de Ayuda y Recuperación. La inundación dejó una profunda huella en varias comunidades, y la respuesta de estos emprendedores ha sido la creación de un fondo que financiará proyectos clave en áreas críticas como vivienda, formación y empleo, educación y deporte, así como en logística y gestión de residuos. Desde su creación en 2022, la Fundación Felisa ha estado a la vanguardia de la respuesta a crisis, liderada por Iker Marcaide, fundador de Zubi Group, y Margarita Albors, fundadora de Social Nest Foundation. Ahora, la fundación ha decidido dar un paso más allá al activar un fondo que no solo se enfoque en la recuperación inmediata, sino que también contemple estrategias a medio y largo plazo, buscando promover una recuperación integral y sostenible. El proyecto Zubi Help, que sirvió como plataforma operativa para la respuesta urgente ante la emergencia, ha sido fundamental en esta labor. Con un impresionante centro logístico de 7.000 metros cuadrados en colaboración con Matteco, Zubi Help ha logrado movilizar más de 200 camiones trailer cargados con bienes esenciales hacia 20 municipios afectados por la inundación. Más de 1.500 voluntarios y 90 empresas colaboradoras han participado en las diferentes fases del proceso, asegurando que más de 5.000 familias reciban asistencia en un mes, con un valor total de productos entregados que supera los cuatro millones de euros. La creación del Fondo de Ayuda y Recuperación de la Fundación Felisa no solo busca enfrentar la crisis actual, sino también abordar de manera sistemática los retos a largo plazo que enfrentan las comunidades afectadas. La fundación se propone trabajar en la rehabilitación de viviendas, el desempleo juvenil en las zonas golpeadas, y la reactivación del deporte, entre otros aspectos. Cada uno de estos puntos es fundamental para fomentar un desarrollo integral que permita a estas comunidades superar la adversidad de manera efectiva. Además de la logística y la distribución de bienes, el fondo se enfocará en la búsqueda de soluciones innovadoras en otros campos. Proyectos relacionados con la movilidad, educación infantil y el apoyo a pequeños comercios están en la agenda, lo que se traduce en un enfoque holístico que busca no solo reconstruir, sino también revitalizar el tejido social y económico de las áreas afectadas. El equipo especializado de la Fundación Felisa trabaja desde el terreno, colaborando con entidades tanto públicas como privadas, garantizando la transparencia en la gestión de cada donación. "Queremos transformar la solidaridad en soluciones reales", afirma Iker Marcaide. Esta declaración subraya la intención de la fundación de ir más allá de una simple respuesta a la emergencia, buscando generar un impacto duradero en las comunidades. Margarita Albors, vicepresidenta de la fundación, resalta la importancia de un compromiso sostenido para reconstruir comunidades resilientes. Ambos líderes están convencidos de que su enfoque sistemático y bien estructurado permitirá abordar los problemas desde sus raíces, sentando las bases para un futuro más inclusivo y sostenible. Las contribuciones al fondo de recuperación están diseñadas para generar un efecto multiplicador, maximizando el valor económico de los productos y servicios proporcionados a los beneficiarios finales. Según los fundadores, el impacto de estas aportaciones puede alcanzar hasta 50 veces el valor de los recursos entregados, lo que evidencia la eficacia del modelo implementado. En un momento en el que la solidaridad es crucial, la Fundación Felisa se erige como un modelo de responsabilidad social y compromiso comunitario. Su trabajo y enfoque innovador son ejemplos de cómo la colaboración entre diferentes actores puede transformar situaciones de crisis en oportunidades de desarrollo y regeneración. La esperanza está en el horizonte, y con la creación del Fondo de Ayuda y Recuperación, se vislumbra un camino hacia la reconstrucción que prioriza la dignidad y el bienestar de las comunidades afectadas.