La expansión de Wimbledon desata un enfrentamiento legal: Comunidad vs. Institución del tenis.

La expansión de Wimbledon desata un enfrentamiento legal: Comunidad vs. Institución del tenis.

El plan del AELTC para expandir Wimbledon con 39 nuevas canchas enfrenta desafíos legales relacionados con el uso del suelo, lo que ha generado preocupaciones en la comunidad y sobre el medio ambiente.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Deportes

La propuesta de expandir el All England Lawn Tennis Club (AELTC) añadiendo 39 nuevas canchas de hierba, incluyendo un tercer estadio principal con capacidad para 8,000 espectadores, está generando controversia que podría resultar en una prolongada batalla legal. La Autoridad de Londres (GLA) otorgó el permiso de planificación para esta ambiciosa expansión en septiembre de 2024, pero la decisión ha sido impugnada por el grupo de campaña Save Wimbledon Park (SWP), que argumenta que los planes violan un fideicomiso legal que requiere que ciertas tierras permanezcan disponibles para la recreación pública. Los planes de expansión del AELTC están diseñados para casi triplicar el tamaño de las instalaciones de Wimbledon y elevar el perfil del torneo. Actualmente, Wimbledon se queda atrás en comparación con otros eventos de Grand Slam como el Abierto de Australia y el Abierto de EE. UU., que tienen torneos de clasificación en el lugar. Los funcionarios del AELTC creen que trasladar los partidos de clasificación a Wimbledon podría aumentar sustancialmente la asistencia diaria durante los Campeonatos, potencialmente atrayendo hasta 10,000 aficionados cada día en comparación con los 2,000 en el Bank of England Club en Roehampton, donde se lleva a cabo actualmente. Sin embargo, el SWP ha prometido impugnar la decisión de la GLA en los tribunales, argumentando que la tierra utilizada para la expansión fue comprada originalmente bajo un convenio que restringe su uso a fines recreativos y de ocio. Este acuerdo, establecido en 1993 cuando el AELTC adquirió el campo de golf de Wimbledon Park del Consejo de Merton por 5.2 millones de libras, sigue siendo un punto focal de la disputa. Muchos grupos de residentes locales, incluida la Wimbledon Society, comparten los sentimientos del SWP, afirmando que los planes del AELTC violan este convenio. Las ambiciones del AELTC se intensificaron tras la adquisición del Wimbledon Park Golf Club por 65 millones de libras en 2018, lo que generó una resistencia significativa por parte de los residentes locales. Mientras el Consejo de Merton aprobó la expansión, el posterior rechazo del Consejo de Wandsworth obligó el asunto a la GLA, que finalmente respaldó los planes en un informe detallado que no citaba razones sustanciales para denegar la solicitud. Las voces en ambos lados del debate son apasionadas y variadas. Los partidarios de la expansión, incluidos la directora ejecutiva del AELTC, Sally Bolton, argumentan que se necesitan canchas adicionales para mantener el estatus de Wimbledon como la cima del tenis. "Es importante que Wimbledon mantenga su lugar en la cúspide del deporte", afirmó la presidenta del AELTC, Debbie Jevans. Por otro lado, opositores como Mary-Jane Jeanes de Friends of the Earth expresan su preocupación por el posible daño ecológico y un período significativo de interrupción debido a la construcción, argumentando que el prestigio histórico de Wimbledon no debería requerir cambios tan drásticos. El debate también se extiende a las implicaciones ecológicas del desarrollo. Mientras los representantes del AELTC aseguran que sus planes incluyen una extensa plantación de árboles y mejoras ecológicas, los críticos temen la pérdida de biodiversidad y espacios verdes. Defensores locales del medio ambiente han citado posibles impactos negativos, afirmando que el desarrollo podría llevar a una pérdida neta de árboles y perturbar los hábitats de la fauna local. El sentimiento comunitario está igualmente dividido. Durante las audiencias públicas, muchos residentes expresaron frustración por lo que perciben como una falta de consulta por parte del AELTC. Los manifestantes fuera del Ayuntamiento, sosteniendo pancartas con lemas como "verde, no avaricia", expresaron sus preocupaciones sobre el futuro de la tierra y la posible pérdida de un espacio público apreciado, a pesar de que la tierra era un antiguo campo de golf privado. Los procedimientos legales iniciados tanto por el AELTC como por el SWP pueden prolongar el tiempo para que cualquier desarrollo comience, con las nuevas canchas del AELTC no esperándose que estén listas hasta principios de la década de 2030, proporcionando tiempo suficiente para un continuo discurso público y un escrutinio legal. A medida que se desarrolla el conflicto, la pregunta sigue siendo: ¿puede la búsqueda del AELTC por la modernización y el crecimiento coexistir con el deseo de la comunidad de proteger su legado histórico y ecológico? Con los intereses en juego altos en ambos lados, la resolución de este polémico asunto dará forma no solo al futuro de Wimbledon, sino también a la relación entre las instituciones deportivas importantes y las comunidades en las que residen.

Ver todo

Lo último en El mundo