Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un movimiento que ha sido anticipado durante mucho tiempo, la FIFA está lista para confirmar a Arabia Saudita como el único anfitrión de la Copa del Mundo 2034 tras un proceso de licitación sin oposición. A medida que se asienta la polvareda de la candidatura conjunta para el torneo de 2030, que verá a España, Portugal, Marruecos, Argentina, Uruguay y Paraguay compartir las responsabilidades de organización, la atención ahora se centra en la nación del Golfo, donde ya se están llevando a cabo preparativos para lo que promete ser un evento histórico en el mundo del fútbol. La candidatura de Arabia Saudita para la Copa del Mundo se alinea con la iniciativa Visión 2030 del país. Lanzado en 2016, este ambicioso plan está diseñado para diversificar la economía y elevar la posición global de la nación a través de inversiones significativas en diversos sectores, incluido el deporte. Si bien el momento de este logro puede haber cambiado de una aspiración anterior de ser anfitrión en 2030, la importancia de asegurar la Copa del Mundo es monumental para el Reino. El proceso de licitación no ha estado exento de controversia. El trasfondo histórico de las selecciones anteriores de la FIFA—Rusia para 2018 y Catar para 2022—ya ha sentado las bases para el escrutinio en torno a la organización de Arabia Saudita. Sin embargo, esta vez no hubo competencia, ya que la decisión de la FIFA de combinar las licitaciones para 2030 y 2034 dejó efectivamente a Arabia Saudita como el único candidato viable. Australia, que consideró presentar una oferta, finalmente optó por no hacerlo debido al ajustado cronograma impuesto por la FIFA, solidificando aún más el camino de Arabia Saudita hacia la organización. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha cultivado una estrecha relación con el príncipe heredero Mohammed Bin Salman, lo que ha hecho que la organización sea más receptiva a las ambiciones de Arabia Saudita. Una evaluación de la oferta saudita, publicada por la FIFA dos semanas antes de la votación, la calificó con un 4.2 de 5, la puntuación más alta jamás otorgada por el organismo. Aunque se señalaron preocupaciones sobre los derechos humanos como un riesgo "medio", el atractivo de la inversión financiera saudita en el deporte sigue eclipsando estos problemas. La logística del torneo aún presenta muchas incógnitas. Si bien la FIFA aún no ha confirmado si el torneo se llevará a cabo en la tradicional ventana de verano o se moverá para evitar el calor sofocante, Arabia Saudita tiene planes ambiciosos para la infraestructura necesaria para albergar el evento. Se proponen once nuevos estadios, incluido uno en la ciudad futurista de Neom, que aún está en desarrollo. A medida que el país se prepara para recibir a 48 equipos en su territorio, los ojos del mundo estarán observando atentamente cómo se desarrollan estos ambiciosos planes. Mientras el mundo del fútbol se prepara para el torneo de 2024 en Catar, la Copa del Mundo 2034 ya está generando discusiones sobre el futuro del fútbol en el Medio Oriente. Con el patrón de la FIFA de buscar asociaciones lucrativas a largo plazo, queda claro que el poder financiero de Arabia Saudita está listo para aumentar significativamente su influencia en el fútbol internacional. Mientras tanto, el panorama de la Champions League es tan tumultuoso como siempre. Kylian Mbappé está atravesando una montaña rusa emocional, habiendo anotado contra el Atalanta solo para abandonar el campo en la primera mitad debido a una lesión. Con los emocionantes partidos del Real Madrid manteniendo a los aficionados al borde de sus asientos, el contraste en las fortunas de equipos como Liverpool e Inter revela la naturaleza impredecible del fútbol europeo. Liverpool continúa dominando, mientras que el Inter ha enfrentado recientemente su primera derrota de la competición. A medida que avanza la Champions League, todas las miradas estarán puestas en los próximos partidos, particularmente en el enfrentamiento entre Juventus y Manchester City. El telón de fondo de las batallas legales en curso del Manchester City y la sombra histórica del escándalo Calciopoli de la Juventus añade una capa extra de intriga a este encuentro de alto riesgo. En el mundo del fútbol, el cambio es constante, y las implicaciones de la candidatura de Arabia Saudita para la Copa del Mundo resuenan más allá del campo, desafiando percepciones y fomentando el diálogo sobre la intersección del deporte, la política y los derechos humanos. A medida que anticipamos el próximo capítulo en la historia del fútbol, una cosa es segura: la emoción y la controversia están lejos de haber terminado.