Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Grecia ha experimentado un año devastador en términos de incendios forestales, con un asombroso total de 9,500 incidentes registrados, según el ministro de Protección Civil, Vassilis Kikilias. Los incendios han arrasado casi 44,500 hectáreas de tierra, marcando 2023 como el año más caluroso y seco registrado para la nación. Esta tendencia alarmante refleja un patrón que se ha vuelto demasiado familiar en el este del Mediterráneo, donde los incendios forestales han aumentado en frecuencia e intensidad, atribuibles en gran parte al cambio climático agravado por las emisiones de combustibles fósiles. Las estadísticas revelan un aumento del 7.5% en el número de incendios forestales en comparación con el promedio anual de las últimas dos décadas. A pesar de la mayor frecuencia de los incendios, Kikilias señaló un aspecto positivo: el área destruida por estos fuegos disminuyó en un 14% gracias a la rápida respuesta de los servicios de extinción. Sin embargo, la persistencia de los incendios fuera de la temporada tradicional de incendios, que va de mayo a octubre, presenta nuevos desafíos. Alarmantemente, un tercio de los incendios de este año ocurrió antes o después de este período designado, lo que indica un cambio en la temporada de incendios que podría tener impactos duraderos en los próximos años. Grecia se está convirtiendo cada vez más en un estado de primera línea en la lucha contra el cambio climático. El país ha enfrentado una serie de desastres relacionados con el clima, desde inundaciones destructivas hasta incendios forestales implacables, todos los cuales están vinculados al fenómeno más amplio del calentamiento global. El escenario es sombrío; solo en 2023, un incendio forestal particularmente feroz en el noreste de Grecia ardió durante 11 días, destruyendo un área más grande que la de la ciudad de Nueva York. En total, más de 174,000 hectáreas se han perdido a causa de incendios forestales en todo el país este año. El gobierno está lidiando con la urgente necesidad de medidas de alivio efectivas y estrategias a largo plazo para combatir la crisis climática en escalada. A medida que el medio ambiente continúa cambiando, Grecia debe adaptar sus esfuerzos de extinción de incendios y desarrollar una infraestructura robusta para mitigar los efectos de futuros incendios forestales. La creciente imprevisibilidad de las temporadas de incendios requiere una reevaluación de las prácticas actuales para garantizar la seguridad tanto de los residentes como del paisaje. Al abordar la situación actual, Kikilias enfatizó la necesidad de vigilancia y preparación ante lo que probablemente será un patrón recurrente de condiciones climáticas extremas. La crisis climática en curso desafía a Grecia y a toda la región mediterránea a repensar su enfoque hacia la gestión de incendios, la preservación de la biodiversidad y la resiliencia comunitaria. A medida que el país se enfrenta a otra desafiante temporada de incendios, esto sirve como un recordatorio contundente de la urgente necesidad de acción global para combatir el cambio climático y proteger los ecosistemas vulnerables.