Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un terremoto de magnitud 3.9 sacudió la zona de Clear Lake, en el norte de California, el lunes 9 de diciembre a las 9:55 p.m., según informó el Servicio Geológico de EE. UU. (USGS). El temblor, que se produjo a una profundidad de 1.5 millas, fue sentido por residentes de una amplia región, con más de 130 personas reportando sensaciones de sacudidas al USGS, algunas incluso desde lugares tan lejanos como San José y Junction City. Clear Lake, situado aproximadamente a 120 millas al norte de San Francisco, se ha encontrado recientemente en el centro de atención sísmica, tras un terremoto de magnitud 7.0 que ocurrió solo cuatro días antes en Ferndale. Esta secuencia de actividad sísmica genera preocupaciones y discusiones sobre la estabilidad geológica de la región y la preparación para futuros temblores. Los sismólogos explican que los terremotos se miden por magnitud, que indica la energía liberada en la fuente del terremoto. El USGS enfatiza que la moderna escala de magnitud ha reemplazado a la antigua escala de Richter, proporcionando lecturas más precisas. Los terremotos en el rango de 2.5 a 5.4 son típicamente sentidos por las personas, pero rara vez causan daños significativos. Sin embargo, el potencial de peligro persiste debido a la naturaleza impredecible de los eventos sísmicos. Si bien los residentes de Clear Lake pueden haber experimentado poco o ningún daño por este último temblor, los expertos recuerdan al público que las secuelas de un terremoto pueden traer peligros serios. Estos pueden incluir daños estructurales, fugas de gas y agua, y líneas de energía caídas. Se alienta a los residentes a mantenerse alerta y preparados para posibles réplicas después del evento principal, ya que estos temblores secundarios pueden ocurrir con poca advertencia. El Departamento de Seguridad Nacional señala que los terremotos pueden ocurrir sin previo aviso y son más prevalentes en áreas específicas, incluidas California, Alaska, Hawái, Oregón, Puerto Rico y Washington. En respuesta a los eventos sísmicos, los expertos aconsejan a las personas seguir protocolos de seguridad que pueden minimizar el riesgo de lesiones. Para aquellos que se encuentren en un vehículo durante un terremoto, se recomienda detenerse de manera segura y activar el freno de estacionamiento. Si están en la cama, deben girar hacia abajo y protegerse la cabeza con una almohada. Cuando están afuera, es crucial mantenerse alejados de los edificios, mientras que aquellos que están adentro deben evitar salir corriendo y cubrirse bajo muebles resistentes en su lugar. Los funcionarios enfatizan la importancia de la estrategia "Agacharse, Cubrirse y Aferrarse", aconsejando a las personas que se pongan de rodillas, cubran sus cabezas y cuellos, y estén preparadas para moverse con el refugio si este se desplaza durante el temblor. Este enfoque no solo protege contra los escombros que caen, sino que también fomenta un sentido de preparación ante la naturaleza inesperada de los terremotos. A medida que las comunidades del norte de California reflexionan sobre este evento reciente, los expertos instan a mantener una continua conciencia y preparación para futuras actividades sísmicas, recordando a todos que las medidas de seguridad pueden reducir significativamente los riesgos asociados con estos fenómenos naturales.