Incendio forestal controlado en el condado de McDowell, los residentes enfrentan un riesgo continuo por los escombros secos.

Incendio forestal controlado en el condado de McDowell, los residentes enfrentan un riesgo continuo por los escombros secos.

El incendio de Buck Creek en el condado de McDowell está completamente controlado después de amenazar hogares, lo que resalta los riesgos continuos de incendios forestales tras la tormenta tropical Helene.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Un incendio forestal que estalló cerca de Marion en el condado de McDowell ha sido completamente contenido, marcando un hito significativo tanto para los bomberos como para los residentes locales. El Servicio Forestal de EE. UU. confirmó que el incendio de Buck Creek, que se expandió a una impresionante 518 acres, fue declarado 100% contenido a partir del 10 de diciembre. Este fuego representó una amenaza seria para cuatro hogares en las cercanías, pero gracias a las condiciones climáticas favorables y a estrategias proactivas de lucha contra incendios, el riesgo ha disminuido significativamente. El incendio se inició el 6 de diciembre, provocado por fuertes vientos que derribaron líneas eléctricas, lo que llevó al brote de dos incendios forestales en el condado. Si bien el incendio de Buck Creek recibió la mayor parte de la atención, otro incendio cerca de Old Fort también ha sido controlado. Los esfuerzos de extinción fueron particularmente desafiantes debido a la reciente historia de la región con la tormenta tropical Helene, que causó estragos en el paisaje solo un par de meses antes. La tormenta resultó en fuertes lluvias que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra, complicando el acceso para los equipos de extinción de incendios y aumentando el riesgo de nuevos incendios forestales. Lisa Jennings, portavoz del Servicio Forestal de EE. UU., explicó que gran parte del riesgo del incendio fue mitigado por las lluvias y las operaciones de quema controlada realizadas por los equipos el 7 de diciembre, que eliminaron eficazmente los materiales combustibles dentro de las líneas de fuego establecidas. Sin embargo, el paisaje sigue siendo frágil, ya que los efectos de Helene han dejado la zona vulnerable a incendios forestales debido a la acumulación de vegetación seca y escombros. Históricamente, la región no es ajena a los incendios forestales; en 2017, casi 600 acres fueron consumidos por el incendio de Sugar Cove. El terreno, ya de por sí accidentado, ha sido alterado aún más por la tormenta, añadiendo capas de dificultad a las operaciones de extinción de incendios. Jennings advirtió que a medida que los árboles que quedaron en pie se secan, el potencial para futuros incendios forestales aumenta drásticamente. Joseph Roise, profesor de investigación en silvicultura y operaciones en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, destacó los riesgos acumulados que enfrenta el condado de McDowell y otras áreas afectadas por la tormenta. Los daños a la infraestructura local, como las carreteras, pueden dificultar los esfuerzos de respuesta a incendios, mientras que los restos de escombros de la tormenta sirven como combustible potencial para futuros incendios. Las condiciones secas continuas tras Helene han reducido drásticamente los niveles de humedad en el ambiente, aumentando la amenaza. La comunidad permanece en alerta mientras enfrenta esta doble amenaza de incendios forestales y los efectos posteriores de la tormenta. Jennings señaló que las áreas más afectadas son a menudo las más vulnerables a los incendios forestales debido a la destrucción de tanto las regiones forestales como de la infraestructura que las rodea. En respuesta al creciente riesgo de incendios forestales, funcionarios locales y expertos sugieren que las quemas prescritas, el acolchado y la gestión de escombros son estrategias efectivas para reducir futuras amenazas. No obstante, reconocen que la lluvia sigue siendo la solución más confiable a corto plazo para mitigar los riesgos de incendios forestales, aunque solo es una solución temporal. Sin un período sostenido de lluvias, el peligro de los incendios forestales inevitablemente regresará. A medida que el condado de McDowell busca recuperarse de ambos desastres naturales, los residentes se quedan contemplando el precario equilibrio entre la belleza de su entorno natural y la amenaza siempre presente que representan los incendios forestales y los eventos climáticos extremos.

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