Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La anticipación en torno a los nominados al Balón de Oro 2024 alcanzó un punto álgido esta semana, ya que la prestigiosa revista France Football reveló su lista de 30 jugadores que compiten por el reconocimiento al mejor futbolista del mundo. Las nominaciones de este año vienen con un giro histórico: por primera vez desde 2003, ni Lionel Messi ni Cristiano Ronaldo estarán en la mezcla, marcando un cambio significativo en la élite del fútbol. Al desmenuzar la lista de nominados, surgen inevitablemente los debates sobre quién merece realmente el prestigioso premio y quién ha sido dejado fuera. Notablemente, la inclusión de Ademola Lookman, quien brilló en la final de la Europa League con un hat-trick y ayudó a Nigeria a llegar a la final de la Copa Africana de Naciones, levanta cejas. Sin embargo, los críticos argumentan que su temporada general con el Atalanta, donde participó en solo el 55 por ciento de los minutos de liga, puede no justificar un lugar entre los 30 mejores. Por otro lado, jugadores como Vitinha y Dani Olmo son recibidos con escepticismo respecto a sus nominaciones. Si bien ambos han demostrado talento, sus contribuciones a lo largo de toda la temporada parecen estar opacadas por mediocampistas más influyentes. Para Olmo, quien destacó durante la Eurocopa pero luchó por mantener esa forma en la Bundesliga y la Champions League, la nominación se siente afortunada, en el mejor de los casos. La inconsistencia en sus actuaciones en comparación con otros contendientes ha llevado a algunos a cuestionar los criterios de selección. En cambio, la omisión de ciertos jugadores ha suscitado frustración entre los aficionados y analistas por igual. Serhou Guirassy, con una impresionante cifra de 28 goles y una notable relación de goles por partido, parece haber sido pasado por alto a pesar de sus contribuciones significativas. De manera similar, la ausencia del joven prodigio Jamal Musiala de la lista es lamentable, ya que muchos creen que su talento y actuaciones deberían haberle asegurado un lugar entre la élite. El caso de la nominación de Emiliano Martínez también suscita escrutinio. Si bien se reconoce su papel clave en el triunfo de Argentina en la Copa América, su rendimiento en el club con el Aston Villa, que solo se clasificó para la Champions League, plantea interrogantes sobre la validez de su inclusión. De manera similar, Mats Hummels, quien está en la lista, enfrenta críticas por opacar a otros candidatos merecedores como Virgil van Dijk, cuyo impacto en el éxito del Liverpool no puede subestimarse. En cuanto a los favoritos, Rodri se presenta como un fuerte candidato, con su excepcional consistencia e influencia en la exitosa campaña del Manchester City, que incluye el triunfo en la Premier League y el Campeonato Europeo. Su papel crucial como mediocampista resalta la necesidad de más reconocimiento para los jugadores en posiciones no ofensivas, enfatizando que los premios individuales no deberían favorecer únicamente a los goleadores. Vinicius Jr. es otro nombre mencionado con frecuencia en las discusiones sobre posibles ganadores. Sus cautivadoras actuaciones y contribuciones al Real Madrid han cautivado tanto a aficionados como a expertos. Sin embargo, a pesar de los elogios, persiste la sensación de que los jugadores ofensivos a menudo son colocados en un pedestal, opacando las contribuciones de mediocampistas y defensores. A medida que avanza la cuenta regresiva para la ceremonia de premiación el 28 de octubre, la conversación en torno a las nominaciones del Balón de Oro 2024 seguramente se intensificará. Con una mezcla de estrellas consagradas y talentos emergentes, el cambiante panorama de la élite del fútbol hace que los premios de este año sean particularmente intrigantes. En última instancia, tanto aficionados como analistas estarán atentos para ver quién se lleva el codiciado honor, mientras el debate sobre el mérito, la forma y el impacto en el juego continúa moldeando la narrativa de este laureado galardón.