Los aficionados del Sheffield United esperan que la nueva propiedad traiga estabilidad en medio de las opiniones de McCabe.

Con Sheffield United al borde de una adquisición que los aficionados esperan que marque un nuevo capítulo para el club, las perspectivas del exmiembro de la junta Kevin McCabe, quien tiene una larga y destacada historia con el equipo, podrían resultar invaluables. McCabe, un desarrollador inmobiliario y aficionado de toda la vida, dedicó más de 25 años al club, durante los cuales estima que invirtió más de 100 millones de libras (131 millones de dólares) en sus operaciones e infraestructura, incluyendo importantes mejoras en Bramall Lane y el establecimiento de una exitosa academia juvenil en Shirecliffe. La reciente agitación del club ha dejado a los seguidores anhelando estabilidad y progreso tras un año desafiante. McCabe, quien perdió el control del club en 2019 tras un fallo del Tribunal Superior a favor del actual propietario, el Príncipe Abdullah, cree que encontrar al nuevo propietario adecuado es crucial. "Espero que consigan un nuevo propietario. Probablemente un nuevo propietario que no sea mega-ricos, pero que entienda el juego del fútbol y comprenda algo sobre las raíces de un club como Sheffield United", comentó, refiriéndose a las negociaciones en curso con un grupo de inversores estadounidenses que actualmente están sometiéndose a la prueba de propietarios y directores de la EFL. Reflexionando sobre sus propias experiencias con la propiedad, McCabe recordó su asociación inicial con el Príncipe Abdullah en 2013. La colaboración fue esperanzadora, pero finalmente estuvo plagada de dificultades que culminaron en una amarga batalla judicial. McCabe expresó su decepción por el resultado, especialmente en lo que respecta a las transacciones financieras en torno a su salida, que siente que subestimaron los activos del club. Sin embargo, en medio de los desafíos, el orgullo de McCabe por su gestión brilla con fuerza. Bajo su dirección, Sheffield United logró hitos significativos, incluidas promociones a la Premier League y el desarrollo de un estadio moderno que transformó Bramall Lane en un recinto con capacidad para 33,000 personas. Tenía planes ambiciosos para ampliar aún más el estadio, que cree que podrían haberse realizado si las circunstancias hubieran sido diferentes. El nuevo libro de McCabe, "Mucky Boots: Trials, Triumphs & Tragedies of a Football Club Owner", ofrece una mirada introspectiva a su trayectoria y los desafíos enfrentados durante su tiempo al mando. Aunque el libro puede ser incómodo para algunos de aquellos que trabajaron con él, también destaca las importantes contribuciones de McCabe al desarrollo y éxito del club, particularmente en la producción de talento juvenil, con nombres como Kyle Walker y Harry Maguire que surgieron de la academia. La perspectiva de una propiedad estadounidense en Sheffield United es parte de una tendencia más amplia de inversores norteamericanos que ingresan a la escena del fútbol inglés. McCabe reconoce el cambio en las dinámicas de propiedad, señalando que, aunque no tiene problema con los inversores extranjeros, es imperativo que comprendan la cultura y la historia únicas de los clubes con los que se relacionan. Señaló ejemplos como los de Manchester City y Liverpool, donde la propiedad ha llevado a un compromiso exitoso con la comunidad y la identidad del club. Mientras los aficionados esperan ansiosamente el veredicto de la EFL sobre la posible adquisición, las percepciones de McCabe sirven como un recordatorio de las complejidades involucradas en la propiedad del fútbol y la necesidad de que los inversores aprecien las raíces de clubes como Sheffield United. Queda por ver si los nuevos inversores estadounidenses adoptarán esta comprensión, pero su enfoque sin duda dará forma al futuro del club en los próximos años.