Juan Brignardello Vela
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A medida que la tensión aumenta antes del primer derbi Old Firm de la temporada, el entrenador del Celtic, Brendan Rodgers, está decidido a moderar las expectativas tanto entre los aficionados como entre los jugadores. Ha calificado el encuentro contra los Rangers este domingo como potencialmente "peligroso", subrayando que una falsa sensación de seguridad puede llevar a la complacencia. Con el Celtic dos puntos por delante de sus rivales en la Premiership escocesa tras un buen inicio de temporada, los campeones reinantes están ansiosos por mantener su impulso. Sin embargo, Rodgers enfatiza la importancia del respeto hacia un oponente que, a pesar de enfrentar sus propios desafíos, nunca debe ser subestimado. Los Rangers han estado atravesando un período difícil, obligados a jugar sus partidos en casa en Hampden debido a los retrasos en las renovaciones de Ibrox. La situación se ha visto agravada por una decepcionante eliminación en las rondas de clasificación de la Liga de Campeones y los comentarios del nuevo entrenador Philippe Clement sobre los recursos limitados, lo que añade capas de complejidad a su campaña. Sin embargo, como muestra la historia, los partidos del Old Firm a menudo trascienden la forma y las estadísticas, convirtiéndose en espectáculos ferozmente disputados impulsados por la pasión y la rivalidad. Rodgers reconoce la naturaleza única de los partidos de derbi, afirmando: "La gente a veces puede asumir que, cuando te va bien y todo va genial, simplemente aparecerás y ganarás". Mantiene que tal mentalidad es peligrosa, señalando que el enfoque profesional del Celtic se basa en un rendimiento consistente independientemente de las circunstancias externas. Las apuestas emocionales son altas, y ambos equipos entienden que cualquier cosa puede suceder en el día del partido. Reflexionando sobre los encuentros de la temporada pasada, que vieron al Celtic victorioso en cuatro de los cinco enfrentamientos, Rodgers se mantiene cauteloso. "Estos son partidos diferentes, partidos emocionales", comentó, destacando la imprevisibilidad inherente a tales rivalidades intensas. Con los jugadores del Celtic supuestamente preparados y entrenando con enfoque durante toda la semana, el entrenador refuerza la necesidad de priorizar el rendimiento sobre la narrativa externa de su posición actual en la liga. A medida que el reloj avanza hacia el inicio del partido, la anticipación crece por lo que promete ser otro capítulo en la histórica rivalidad entre el Celtic y los Rangers. Los aficionados de ambos lados se están preparando para un encuentro que, independientemente de la forma o los desafíos, seguramente ofrecerá drama y emoción. En este choque de titanes, la única certeza es que cualquier cosa puede suceder cuando ambos equipos se encuentren en el campo.