Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En el corazón del Perú, dos ciudades emblemáticas, Tarma y Arequipa, se alzan como verdaderos bastiones del fervor futbolístico que caracteriza la Liga 1 Te Apuesto. La reciente jornada del torneo tuvo un sabor especial, con la vibrante disputa entre ADT y Sport Huancayo, el denominado 'Clásico del Centro', que se disputó en el Estadio Unión Tarma. Este enfrentamiento no solo concentró la atención de los seguidores locales, sino que también se enmarcó en una tradición profundamente arraigada, donde el devoto apoyo al equipo se entrelaza con la cultura y las creencias de la comunidad. La atmósfera en el estadio era palpable; el entusiasmo de los hinchas tarmeños se hizo eco en cada rincón del recinto. Más allá del simple hecho de alentar a su equipo, los aficionados también rindieron tributo al Señor de Muruhuay, una figura central en la espiritualidad local. Las devociones de los jugadores hacia esta deidad reflejan la conexión casi mística que existe entre el deporte y la tradición, donde cada pase y cada gol se consideran no solo el fruto del esfuerzo personal, sino también una ofrenda a su protector. El resultado del encuentro, una victoria de 2-1 para el ADT, fue el reflejo de una jornada que unió a toda la comunidad en un grito de alegría y celebración. Las anécdotas de los aficionados, que resonaron en las gradas, son testimonio de una identidad que va más allá del fútbol. Para muchos, asistir a un partido se convierte en un ritual familiar, donde las generaciones se suceden en la tribuna, transmitiendo un legado de amor por los colores celestes. A cientos de kilómetros al sur, en Arequipa, los hinchas del Melgar también viven intensamente cada encuentro. En el Estadio de la UNSA, la pasión de los seguidores rojinegros se manifiesta en un amor que no se limita a lo deportivo. La historia del club, su trayectoria y el vínculo emocional que han construido a lo largo de los años son parte de su ADN. Cada partido es una celebración familiar, donde abuelos, padres e hijos se reúnen para alentar a su equipo, perpetuando así una tradición que se ha vuelto inquebrantable. Dentro de este contexto, el ídolo del equipo, Bernardo Cuesta, se erige como un símbolo de orgullo y esperanza. Su liderazgo en el campo y su capacidad goleadora han generado un fenómeno que ha trascendido el deporte: el 'BernardoCuestismo'. Este término se ha convertido en una bandera entre sus seguidores, quienes ven en él no solo un jugador, sino un emblema que representa su historia y sus aspiraciones. Las camisetas con su nombre y la euforia en cada gol son una muestra de la devoción que los arequipeños sienten hacia su capitán. La rivalidad deportiva entre Tarma y Arequipa no se limita al terreno de juego. Ambas ciudades compiten también en la fervorosa lealtad de sus hinchas, que se esfuerzan por demostrar quién tiene el apoyo más apasionado. Sin embargo, más allá de la competencia, hay un hilo conductor que une a ambas aficiones: la pasión por el fútbol como un elemento que fortalece la identidad cultural y social de sus ciudades. A medida que se acerca el próximo partido entre Perú y Colombia en el Estadio Nacional, el interés de los aficionados por el fútbol nacional se intensifica. El entusiasmo por las eliminatorias se ve acompañado de una expectativa que se traduce en la compra de entradas y la organización de eventos para vivir el encuentro de manera colectiva. Los precios de las entradas han sido anunciados, y los seguidores ya se preparan para alentar a su selección con la misma devoción que demuestran en sus clubes locales. Las historias de los hinchas de Tarma y Arequipa son un recordatorio de cómo el fútbol se convierte en un vehículo para la expresión cultural y emocional. A través de sus colores, cánticos y rituales, los aficionados encuentran un sentido de pertenencia y comunidad que va más allá del deporte en sí. Es esta pasión la que, en última instancia, enriquece el espectáculo del fútbol peruano, creando un tejido social que une a las personas en torno a una misma pasión. En conclusión, el 'Clásico del Centro' y el fervor por el Melgar son solo ejemplos de cómo las ciudades de Tarma y Arequipa representan el verdadero ADN del hincha peruano. El fútbol es más que un juego; es una forma de vida, una tradición y, sobre todo, una muestra del amor que cada hincha siente por su equipo, su ciudad y su cultura. Mientras el torneo avanza y las selecciones se preparan para enfrentar nuevos desafíos, la esencia de estos hinchas seguirá resonando en cada rincón del país, recordándonos la importancia del deporte en la construcción de nuestra identidad colectiva.