Lima: Transformación deportiva y social en la antesala de grandes eventos mundiales

Lima: Transformación deportiva y social en la antesala de grandes eventos mundiales

Lima se transforma social y culturalmente a través de eventos deportivos internacionales, impulsando infraestructura y unidad nacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes

Lima se encuentra en el epicentro de una transformación, no solo deportiva, sino también social y cultural, gracias a la realización de múltiples eventos internacionales que han puesto a la capital peruana en el mapa del deporte global. La reciente participación de la selección de vóley Sub 17, que logró un notable sexto puesto en el Mundial, ha sido un claro indicativo del potencial que tenemos como nación en el ámbito deportivo. Sin embargo, este éxito no debe hacernos olvidar que estos torneos representan también una oportunidad invaluable para impulsar las grandes obras de infraestructura que la ciudad necesita urgentemente. La llegada del Mundial de Atletismo Sub 20, donde participan 30 atletas peruanos, y la realización del Campeonato Mundial Junior de Natación Artística son ejemplos de la creciente visibilidad que Lima está ganando en el contexto deportivo internacional. Maura Xavier, entrenadora de la selección peruana de natación artística, subraya que estos eventos no solo elevan la competitividad, sino que también generan un respeto mutuo entre los países participantes. Esto es crucial, pues el desarrollo deportivo va de la mano con el prestigio de la nación en el exterior. En este sentido, albergar competiciones de tal magnitud puede ser visto como un catalizador para que más jóvenes se interesen por el deporte. En los últimos días, las gradas se han llenado de hinchas, generando un ambiente de apoyo y camaradería que, sin duda, motiva a los atletas a dar lo mejor de sí. La conexión entre los deportistas y el público, palpable en cada partido y competencia, refuerza la idea de que el deporte puede unir a la sociedad y fomentar un sentido de pertenencia y orgullo entre los peruanos. Sin embargo, este impulso debe ser acompañado de una respuesta efectiva por parte de las autoridades locales. La falta de inversión en infraestructura ha sido una constante en Lima, y estos eventos deberían ser un llamado de atención para el gobierno. Los Juegos Panamericanos de 2019 sirvieron como un precedente en cuanto a la necesidad de finalizar proyectos que habían quedado en el limbo. Con el Mundial de 2027 en el horizonte, es crucial que se mantenga la misma motivación y se aceleren los trabajos en las áreas de transporte, vivienda y ornato. El proyecto Legado, que se ha encargado de mantener las instalaciones deportivas operativas, ha demostrado que es posible gestionar los recursos de manera eficiente. Sin embargo, esto no es suficiente. Las autoridades deben comprometerse a seguir invirtiendo en la infraestructura que no solo beneficie a los deportistas, sino a toda la población en general. Una ciudad bien equipada para el deporte es una ciudad que ofrece mejores oportunidades para sus ciudadanos, promoviendo un estilo de vida más saludable y activo. La gran cosecha de medallas que logró la delegación peruana en los últimos Juegos Olímpicos -la mejor desde 1992- también resalta la importancia de apoyar al deportista desde una edad temprana. Cada triunfo en el ámbito internacional es una carta de presentación de lo que somos como nación. El deporte, como se ha evidenciado, puede ser un vehículo de autoestima y orgullo nacional, un maná que no podemos permitirnos desperdiciar. La necesidad de construir una base sólida para el deporte en Perú se hace más evidente con cada nuevo torneo. Este tipo de eventos no son solo espectáculos, son oportunidades para mejorar la calidad de vida de la población. Desde la creación de espacios adecuados para la práctica deportiva hasta el fomento de programas que integren a las comunidades, cada acción cuenta. La idea de que una ciudad se convierta en un referente deportivo debe ser acompañada de un compromiso real por parte de todos los sectores. En conclusión, Lima tiene la oportunidad de convertirse no solo en la "Ciudad de los Mundiales" sino en un ejemplo a seguir en cuanto a la promoción del deporte y el desarrollo urbano. La combinación de estos dos elementos puede generar un entorno favorable para el crecimiento de talento deportivo y el bienestar de la población. No dejemos que estos eventos pasen desapercibidos; es momento de actuar y construir un futuro donde el deporte y la infraestructura vayan de la mano, creando una Lima más próspera y unida.

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