Juan Brignardello Vela
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A medida que se acerca el partido de la Liga de Naciones entre Montenegro y Gales, la incertidumbre se cierne sobre el lugar donde se jugará el encuentro. El sitio original, el Estadio Nacional de Podgorica, ha estado bajo escrutinio tras informes que destacan las deficientes condiciones del campo. Observaciones de los medios montenegrinos han descrito la superficie de juego como seca, llena de cráteres y plagada de parches de césped faltante, lo que genera serias preocupaciones sobre su capacidad para albergar un partido tan significativo. A principios de este mes, un portavoz de la UEFA expresó confianza en que el juego se llevaría a cabo según lo planeado en el recinto de Podgorica. Sin embargo, los desarrollos recientes han puesto en duda ese optimismo. El campo fue declarado no apto para un partido de clasificación de la UEFA Conference League, obligando al Buducnost Podgorica a trasladar su encuentro contra el CSKA Sofía a la cercana DG Arena. A la luz de esto, una delegación de la Asociación de Fútbol de Gales (FAW) realizó su propia inspección del estadio, y las evaluaciones posteriores de los funcionarios de la UEFA alimentaron aún más las preocupaciones sobre su idoneidad para el próximo enfrentamiento internacional. En un intento por explorar alternativas, representantes de la UEFA visitaron la DG Arena en Niksic, un recinto que nunca ha albergado un partido internacional de categoría senior. Este estadio, con una capacidad de solo 5,000, ha levantado banderas sobre si cumple con los estándares necesarios de la UEFA. Aunque la posibilidad de un cambio de sede está sobre la mesa, introduce una serie de desafíos logísticos. Muchos aficionados galeses, aproximadamente 700, ya han hecho arreglos para quedarse en la capital, Podgorica, y un traslado a Niksic, ubicado a unos 53 kilómetros de distancia, les obligaría a enfrentar un viaje en autobús o tren de una hora. La UEFA ha indicado que no se buscarán otras alternativas. Esto incluye la opción de trasladar el partido a un terreno neutral en Albania o invertir el encuentro, permitiendo que Gales albergue el partido del próximo mes mientras visita Montenegro en octubre. Tales cambios podrían afectar significativamente los planes de viaje de los aficionados y la atmósfera general del partido. A medida que se acerca la hora del partido inaugural de la Liga de Naciones contra Turquía, programado para el 6 de septiembre en Cardiff, el nuevo entrenador Craig Bellamy prepara a su equipo en medio de esta incertidumbre sobre la sede. La dinámica que rodea este partido es un recordatorio de las complejidades involucradas en el fútbol internacional, particularmente cuando los desafíos logísticos e infraestructurales chocan con la pasión de los aficionados ansiosos por apoyar a sus equipos. La decisión de finalizar la sede para Montenegro contra Gales aún está pendiente, y ambos equipos esperan claridad sobre dónde se llevará a cabo este partido crítico.