Juan Brignardello Vela
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La decisión de Jannik Sinner de separarse de su entrenador físico, Umberto Ferrara, y de su fisioterapeuta, Giacomo Naldi, marca un punto de inflexión significativo en la carrera del joven italiano en medio de una controversia de dopaje que ha causado revuelo en la comunidad tenística. Este movimiento se produce tras la resolución de un tribunal independiente sobre dos hallazgos adversos de clostebol, un esteroide anabólico prohibido, en el sistema de Sinner, que el tribunal atribuyó a acciones no intencionadas de sus ahora exmiembros del equipo. El anuncio, realizado a través de un portavoz el viernes, reveló que Sinner ha decidido cortar lazos con ambos hombres que han desempeñado roles fundamentales en su ascenso a ser uno de los mejores jugadores del mundo. "Hemos decidido separarnos y ya no estamos trabajando juntos", declaró el portavoz, expresando buenos deseos para Ferrara y Naldi. La relación ya estaba tensa; Naldi no había viajado con Sinner desde el torneo de Halle en junio, mientras que la última aparición de Ferrara con Sinner fue durante Wimbledon a mediados de julio. Las actuaciones recientes de Sinner se han visto afectadas por su decisión de retirarse de los Juegos Olímpicos citando una amigdalitis, y enfrentó una eliminación en cuartos de final en el National Bank Open en Montreal. Sin embargo, se recuperó de manera impresionante, logrando el título en el Western & Southern Open en Cincinnati. El caso de dopaje en sí ha atraído considerable atención. El tribunal, convocado por la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA), reconoció que Sinner no tenía "culpa ni negligencia" con respecto a los dos resultados adversos que surgieron del BNP Paribas Open en Indian Wells el 10 de marzo. Esta resolución no eximió a Sinner de las consecuencias, ya que se le despojó de sus puntos de clasificación, premios en metálico y resultados de ese torneo. El tribunal detalló cómo el clostebol ingresó al sistema de Sinner: Ferrara había conseguido Trofodermin, un spray curativo disponible en Italia, y Naldi cometió un error crítico al usar este producto para tratar un corte en sí mismo antes de aplicarlo en Sinner durante un masaje. Este incidente ocurrió durante un período en el que Sinner ya estaba manejando una afección cutánea que a menudo le provocaba pequeños cortes en el cuerpo. Las decisiones de la ITIA han sido corroboradas por dos juntas de revisión independientes, que respaldaron las apelaciones de Sinner contra las suspensiones provisionales que acompañan a los hallazgos adversos, permitiéndole continuar compitiendo durante la investigación. Inicialmente mantenidos en secreto, los hallazgos y sus implicaciones han salido a la luz, estableciendo paralelismos con escándalos de dopaje del pasado, particularmente las infames prácticas de dopaje de la Alemania Oriental en las décadas de 1970 y 1980. A medida que Sinner avanza sin Ferrara y Naldi, el enfoque ahora está en cómo navegará su carrera en medio de estos desafíos. El mundo del tenis observa de cerca, esperando que este capítulo concluya rápidamente, permitiendo al joven talento continuar su prometedora trayectoria en el deporte libre de las sombras de la controversia.