Clínica Jurídica en Perú busca empoderar a emprendedores frente a la burocracia

En un contexto donde la burocracia y la sobrerregulación se han convertido en obstáculos serios para los emprendedores en Perú, la congresista Adriana Tudela (Avanza País) ha presentado una solución innovadora: la creación de una Clínica Jurídica dedicada a combatir las barreras impuestas por los gobiernos municipales. Esta iniciativa busca empoderar a los emprendedores que se ven afectados por normativas que, muchas veces, se consideran ilegales o irracionales. La Clínica Jurídica funciona como un espacio virtual donde los afectados pueden enviar sus denuncias a través de un correo electrónico, detallando el tipo de problema que enfrentan y la entidad que impone la barrera. Un asesor de la clínica se comunicará con el denunciante para analizar el caso y acompañarlo en el proceso de denuncia ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi). Uno de los aspectos más atractivos de esta iniciativa es que la recepción de las denuncias es gratuita y totalmente anónima, una combinación que sin duda atraerá a muchos emprendedores reacios a enfrentar a entidades públicas. La idea de esta clínica no surgió de la nada. Tudela ha estado trabajando en una Comisión Especial Multipartidaria encargada del Ordenamiento Legislativo, y la creación de esta clínica es parte de un esfuerzo más amplio para mejorar la calidad regulatoria de las leyes en el Perú. Según Tudela, el propósito es proporcionar un acompañamiento legal y técnico a los emprendedores que enfrentan obstáculos impuestos por municipios, lo que puede ser crucial para la supervivencia de pequeños negocios. En lo que va del año, la Clínica Jurídica ha recibido alrededor de 15 denuncias, en su mayoría relacionadas con restricciones horarias y exigencias de requisitos no contemplados legalmente. Un ejemplo claro es el caso de restricciones horarias impuestas a negocios que, como el de Susana Vivanco, operan en zonas con alta demanda nocturna. Vivanco, quien dirige una bodega en Los Olivos, ha experimentado la presión de las autoridades que exigen el cierre de su local a las 11 de la noche, a pesar de que su mayor flujo de clientes se produce después de esa hora. Tudela señala que esta situación es un claro reflejo de la arbitrariedad que enfrentan muchos emprendedores. "Algunos municipios han llegado a un punto en el que prácticamente están extorsionando a los emprendedores", afirma. Este tipo de restricciones no solo afectan la rentabilidad de los negocios, sino que también limitan la capacidad de los emprendedores para adaptarse a las demandas del mercado. La Clínica Jurídica también ha publicado una guía práctica para ayudar a los emprendedores a presentar sus denuncias, proporcionando un paso a paso sobre cómo proceder ante una barrera burocrática. Esta guía es crucial, considerando que muchos empresarios desconocen los mecanismos a su disposición para enfrentar actos arbitrarios de las municipalidades. El proceso de denuncia se ha simplificado, y la respuesta por parte de Indecopi debe ser expedita. Se espera que la Secretaría Técnica responda en un máximo de 20 días hábiles, lo que representa un avance significativo en la lucha contra la burocracia. Sin embargo, queda por ver si las denuncias serán atendidas con la seriedad que requieren, y si las autoridades locales estarán dispuestas a reconsiderar sus reglas. Los casos de Maribel Silvera, quien también enfrenta restricciones en su minimarket, resaltan la necesidad urgente de cambios estructurales en la manera en que se regulan los horarios comerciales. Silvera ha sido multada por operar fuera del horario permitido, a pesar de que su negocio se beneficia de un mayor flujo de clientes durante las horas que las autoridades han determinado como "prohibidas". Expertos en derecho municipal, como Johnny Zas Friz, subrayan que la adecuación entre el interés general de la comunidad y las actividades económicas debe ser equilibrada. Las restricciones impuestas por las municipalidades deben ser justas y proporcionar un marco de operación que no limite injustamente a los emprendedores. De lo contrario, se corre el riesgo de que estas medidas se conviertan en herramientas de control más que en regulaciones para el beneficio común. La Clínica Jurídica representa un esfuerzo positivo y necesario para aliviar la carga burocrática que enfrentan los emprendedores peruanos. Si bien aún queda un largo camino por recorrer en la eliminación de las barreras burocráticas, esta iniciativa puede ser un modelo a seguir para otras regiones y países donde la burocracia se ha convertido en un lastre para el crecimiento económico y la innovación. Finalmente, el éxito de esta clínica dependerá no solo de la cantidad de denuncias recibidas, sino también de la voluntad política de las autoridades para escuchar y rectificar las irregularidades que afectan a los emprendedores. La creación de un entorno regulatorio más amigable es vital para fomentar el espíritu empresarial y, con ello, el desarrollo económico del país. La iniciativa de Tudela podría marcar un antes y un después en la lucha contra el exceso de regulación en Perú.