Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El turismo deportivo ha tomado un impulso notable en los últimos años, y las proyecciones para el futuro son más que alentadoras. En 2023, este sector alcanzó un impresionante valor de US$564.700 millones, y se anticipa que para 2032 su valor se duplique, alcanzando la asombrosa cifra de US$1,33 billones. Este crecimiento no solo refleja una tendencia en la industria del turismo, sino también la pasión y el compromiso de millones de personas que buscan combinar su amor por los deportes con la oportunidad de explorar el mundo. Según el informe elaborado por Collinson International, dueño de plataformas como 'Priority Pass' y 'LoungeKey', el fenómeno del turismo deportivo va de la mano con el auge de los eventos musicales. Se estima que el turismo musical también verá un crecimiento significativo, alcanzando US$13.800 millones en el mismo periodo. Este incremento en ambos sectores se debe, en gran medida, a la amplia oferta de eventos y destinos que se presentan a los viajeros, lo que resulta en una experiencia más rica y variada. La capacidad de las ligas deportivas para llegar a audiencias globales a través de la televisión y el streaming ha sido un factor determinante en el crecimiento del turismo deportivo. Los aficionados ahora no solo consumen estos eventos desde sus hogares, sino que están dispuestos a viajar largas distancias para vivir la emoción en el lugar. De hecho, el 83% de los encuestados que han viajado en avión para un evento en los últimos tres años lo han hecho por motivos deportivos, mientras que un 71% lo ha hecho por música. En términos de frecuencia, el informe destaca que el 56% de los viajeros asiduos realizan estos viajes más de una vez al año, y un notable 22% asiste a tres o más eventos anualmente. Esta tendencia no solo refleja un compromiso con la actividad, sino también la disposición de los aficionados a invertir en experiencias que consideran únicas e inolvidables. En promedio, los viajeros gastan alrededor de US$500 por viaje por persona, lo que resalta la importancia de este segmento en el panorama turístico global. En el contexto específico de Perú, los números son igualmente reveladores. Un notable 80% de los peruanos ha viajado por eventos musicales, y un 86% por eventos deportivos en los últimos tres años o planean hacerlo en los próximos meses. Esto indica una conexión profunda entre la población y las experiencias que ofrecen estos eventos, lo que no solo beneficia a los viajeros, sino también a la economía local y a la industria del turismo en general. El informe también destaca el uso de servicios premium por parte de los viajeros. Un 29% de quienes asistieron a eventos utilizó salas VIP en aeropuertos, lo que indica un deseo de elevar la experiencia de viaje. Además, un 16% optó por salones de juego, y un 12% disfrutó de spas, lo que pone de manifiesto la intención de los viajeros de maximizar su comodidad y placer durante sus desplazamientos. Christopher Evans, CEO de Collinson International, resalta que la creciente base de fanáticos busca experiencias inolvidables y está dispuesta a gastar significativamente para hacer de su viaje algo realmente especial. Este deseo de exclusividad y calidad en la experiencia es un motor clave que impulsa el crecimiento de este sector. Sin embargo, el crecimiento del turismo deportivo también plantea desafíos. En un contexto donde el 94% de los hospitales tienen una capacidad instalada inadecuada, es fundamental que las ciudades que albergan grandes eventos se preparen adecuadamente para recibir a un número creciente de visitantes. Esto incluye no solo la infraestructura turística, sino también la capacidad de respuesta en términos de salud y seguridad. Por lo tanto, es esencial que los gobiernos y las organizaciones locales trabajen en conjunto para asegurar que el crecimiento del turismo deportivo y musical no solo beneficie a las industrias del entretenimiento y la hospitalidad, sino que también garantice el bienestar de los visitantes. La sostenibilidad del turismo depende de una planificación cuidadosa y de una inversión en infraestructura que pueda soportar el aumento en el flujo de viajeros. El futuro del turismo deportivo es brillante, y aunque las cifras son prometedoras, el éxito dependerá de cómo se gestionen los recursos y se atiendan las necesidades de los turistas. A medida que avanza esta nueva era de turismo, será fundamental encontrar un equilibrio entre el crecimiento y la sostenibilidad, asegurando que todos los involucrados salgan beneficiados.