Perú se prepara para el debut de su selección Sub 17 de vóley en el Mundial

El ambiente en el coliseo Dibós de Lima es palpable. La emoción se mezcla con la expectativa, y las jóvenes jugadoras de la selección peruana Sub 17 de vóley están listas para enfrentar su primer desafío en el Mundial que dará inicio este sábado. La cita no solo representa una oportunidad para mostrar su talento, sino también un momento crucial en la historia del deporte femenino en Perú. Con un equipo renovado y lleno de energía, las chicas están decididas a dejar una huella en este evento internacional. A pesar de ser figuras emergentes en el deporte, las jugadoras aún conservan esa frescura y timidez que caracteriza a su edad. Son chicas que, además de ser atletas, son adolescentes que están viviendo un sueño. La capitana del equipo, Ariana Vásquez, destaca la importancia de disfrutar del proceso, de cada partido, de cada punto ganado. "Estamos aquí para jugar con responsabilidad, garra y diversión," afirma, mostrando su compromiso no solo con el juego, sino también con el espíritu de camaradería que caracteriza a esta nueva generación de voleibolistas. El desafío de enfrentar a potencias como Brasil en la fase de grupos es monumental, pero el equipo se siente preparado. Su entrenador, Antonio Rizola, ha trabajado arduamente para formar un conjunto que no solo compita, sino que también se adapte a la presión que conlleva jugar en casa. A través de un entrenamiento riguroso que combina aspectos técnicos y psicológicos, las jóvenes han logrado construir una base sólida de habilidades que les permitirá enfrentarse a sus rivales con confianza. La selección peruana está compuesta por talentos variados, cada una con una historia única. Galilea Fuentes, reconocida como una de las figuras clave del equipo, ha sido parte de este proceso desde sus inicios. El profesor Jesús Castillo, quien ha tenido un papel fundamental en la conformación del equipo, descubrió a estas jugadoras en torneos escolares y ha dedicado tiempo y esfuerzo para pulir sus habilidades. La selección es, en esencia, un reflejo del trabajo en equipo y la dedicación. El Mundial Sub 17 no solo es una competencia deportiva; es una vitrina para la promoción del vóley femenino en el país. Con la participación de 16 naciones, este evento se convierte en un escenario donde las chicas pueden demostrar que el deporte no solo pertenece a los hombres, sino que las mujeres también tienen un lugar destacado en él. Las expectativas son altas, pero la presión no lo es tanto, gracias a la mentalidad positiva inculcada por el cuerpo técnico. Ariana y sus compañeras han expresado que su enfoque está en disfrutar cada momento, en aprender de la experiencia y en competir sin el peso de las expectativas que a menudo recaen sobre los atletas en eventos de esta magnitud. "Vamos paso a paso", insisten, reafirmando su deseo de no solo ser competidoras, sino también embajadoras del deporte en su país. Además, el contexto en el que se da este mundial es significativo. La llegada de figuras históricas del deporte peruano, como el recordado Peschiera con su medalla, simboliza el legado y las expectativas que la afición ha depositado en estas jóvenes. La conexión emocional entre el público y el equipo es palpable, y las chicas son conscientes de que cada punto que logren es celebrado por miles de peruanos que ven en ellas su esperanza. La selección Sub 17 ha logrado, con su esfuerzo, popularizar el vóley femenino en Perú, un deporte que ha tenido un crecimiento notable en los últimos años. Las niñas que alguna vez soñaron con ser como sus ídolas ahora tienen la oportunidad de serlo y, a su vez, inspirar a la próxima generación de atletas. Este mundial será un paso importante no solo para ellas, sino para el futuro del vóley femenino en el país. A medida que se acerca la hora del debut contra Brasil, el entusiasmo se intensifica. La afición espera ansiosa, lista para apoyar a su equipo. La Bicolor ha demostrado que está en un proceso de construcción, pero con el compromiso de sus jugadoras y el apoyo de su comunidad, hay razones para creer que pueden hacer historia en este Mundial. Las chicas Sub 17 de vóley han llegado a este evento con un mensaje claro: están listas para jugar, dispuestas a aprender y, sobre todo, a disfrutar del viaje. "Este torneo es una fiesta y queremos disfrutar el momento", concluye Ariana, recordándonos que, al final del día, el deporte se trata de eso: diversión, pasión y la inquebrantable unión que se forma entre compañeros en la búsqueda de un sueño compartido.