Diego Enríquez se prepara para el clásico ante Alianza Lima y busca consolidarse en Cristal

Diego Enríquez, el arquero de Sporting Cristal, se encuentra en un momento crucial de su carrera, coincidiendo con un enfrentamiento esperado por aficionados y jugadores: el clásico del fútbol peruano ante Alianza Lima. Tras haber pasado dos años en Juliaca, defendiendo la portería de Binacional, Enríquez ha regresado a su antiguo club con una meta clara: consolidarse como el guardameta titular. Su desempeño en los últimos partidos ha sido sólido, lo que le ha permitido hacerse un lugar en un equipo que busca recuperar su estatus en el fútbol peruano. En una conversación reciente con El Comercio, Enríquez compartió sus sensaciones sobre este regreso y la competencia que enfrenta en el arco. “Estoy contento porque se pudo dar por fin”, dijo, refiriéndose a su regreso a Cristal. Reconoció que los inicios no fueron sencillos, especialmente al tener que pelear por un lugar en la titularidad, pero su perseverancia y trabajo arduo han dado sus frutos. “Seguí trabajando para esa oportunidad y llegar preparado”, agregó. Consciente de la presión que se siente en un club con grandes expectativas, Enríquez mencionó cómo gestionar la carga emocional que implica no haber conseguido un título nacional en los últimos años. “Sabemos que ya van varios años sin campeón, pero este año estamos peleando desde el inicio”, explicó, resaltando la importancia del próximo partido contra Alianza, un contendiente directo en la lucha por el título del Clausura. Al hablar sobre la competencia en su puesto, el arquero no ocultó la necesidad de mantener un alto nivel de concentración y dedicación en cada entrenamiento. “No puedo pestañear, tengo que estar concentrado”, enfatizó. Esto es aún más relevante dado que su rival por el puesto, Renato Solís, ha sido un jugador destacado en la institución. Esta rivalidad, lejos de desmotivarlo, lo impulsa a mejorar continuamente. El desafío de enfrentar a Alianza Lima, un equipo que cuenta con jugadores de renombre como Hernán Barcos, es significativo. Enríquez tiene experiencia previa con el delantero argentino y es consciente de sus habilidades. “Hay que estar concentrados para evitar cualquier riesgo”, dijo, evidenciando su preparación mental y estratégica para el encuentro. La importancia de este clásico no solo se siente en el vestuario, sino también en su entorno. La afición celeste tiene puestas grandes expectativas en el equipo, y Enríquez se dirige a ellos con un mensaje de unión y esfuerzo. “Le diría que nos sigan apoyando, cada partido será complicado”, afirmó, reconociendo el papel fundamental que juegan los hinchas en el rendimiento del equipo. En el ámbito personal, Enríquez también ha sabido equilibrar su carrera deportiva con su educación. Actualmente, cursa Derecho en la Universidad de Lima y ha logrado organizar su tiempo para asistir a clases pese a su exigente rutina de entrenamientos. “Estoy en séptimo ciclo y llevo entre dos o tres cursos por semestre”, comentó, reflejando su compromiso tanto dentro como fuera del campo. A medida que se aproxima el partido, Enríquez se muestra optimista, pero también consciente de que la rivalidad con Alianza Lima traerá consigo una alta dosis de tensión y fricción. “Va a ser un partido tenso y de mucha fricción”, anticipó, lo que apunta a la intensidad que caracteriza a estos clásicos en el fútbol peruano. Finalmente, el arquero, que también sueña con una posible convocatoria a la selección nacional, se aferra a la idea de que su continuidad en Cristal podría abrirle puertas para el extranjero. “Sería hermoso tener una oportunidad en el extranjero”, expresó con aspiración, mientras se enfoca en su desempeño actual. Con la combinación de talento, dedicación y el apoyo de su equipo, Diego Enríquez está listo para enfrentar el gran desafío que se presenta ante él. La afición de Sporting Cristal espera que este partido no solo sea un espectáculo de fútbol, sino también un paso importante hacia el anhelado campeonato nacional. La presión está presente, pero para Enríquez, el momento es ahora y la oportunidad está en sus manos.