Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Durante un reciente webinar organizado por Open English, Jorge Rosas, CEO de WeWow y experto en recursos humanos, ofreció una perspectiva única sobre el liderazgo y la formación de equipos legendarios. En su intervención, Rosas destacó que el verdadero liderazgo se basa más en las acciones que en las palabras, un principio que muchas empresas parecen ignorar en su búsqueda por formar líderes efectivos. Según Rosas, el liderazgo ejemplar es la excepción y no la regla, y su escasez en las organizaciones es motivo de preocupación. Rosas subrayó la importancia de la coherencia entre lo que un líder dice y lo que hace. "En cinco segundos, la gente hace lo que ve que su líder hace, no lo que dice", señaló, enfatizando que ser un líder no es sólo un título, sino una responsabilidad que implica dejar de lado el ego. La capacidad de inspirar y guiar a un equipo proviene de ser un ejemplo a seguir, especialmente en momentos de decisiones difíciles. Sin embargo, la realidad es que hay pocos líderes dispuestos a cargar con el peso de esa responsabilidad. El CEO de WeWow propuso una reflexión a los asistentes: si es más costoso entrenar a líderes que eventualmente se marchen, o no formarlos y quedarnos con personas que carecen de las habilidades necesarias. La idea es que el verdadero costo para una organización radica en perder a aquellos que podrían convertirse en sus "soldados de guerra" si no reciben la formación adecuada. Para Rosas, la renuncia al protagonismo es fundamental; un buen líder debe dejar de ser el mejor miembro del equipo y convertirse en el mejor miembro para el equipo. Jorge Rosas introdujo lo que él denomina el enfoque de las cinco "R", pilares que fundamentan el liderazgo legendario. El primero de ellos es la capacidad de atraer y retener a los "Rockstars". Un líder, según Rosas, no debe acaparar todos los logros, sino buscar desarrollar a otros líderes dentro del equipo. Esta capacidad es esencial para crear un entorno donde los talentos pueden florecer. Para ilustrar su punto, citó el ejemplo de Lionel Messi, quien, lejos de actuar como el solista del equipo, se ha convertido en un facilitador del éxito colectivo. El segundo pilar es el "Reto", que implica saber cómo desafiar a los miembros del equipo para fomentar su crecimiento. Rosas enfatizó que un buen líder debe encontrar el equilibrio entre desafiar y apoyar a su equipo, permitiendo que cada miembro alcance su máximo potencial sin caer en el agotamiento. Un ejemplo paradigmático de este tipo de liderazgo es el del equipo de rugby Springboks de Sudáfrica, que bajo la guía de Nelson Mandela, logró superar obstáculos casi insuperables, uniendo a la nación y ganando un campeonato. La "Ruta" es el tercer pilar y se refiere a la responsabilidad del líder de guiar a su equipo en el desarrollo de un camino claro hacia sus objetivos profesionales. Rosas dijo que es crucial que este camino esté alineado con las capacidades y aspiraciones individuales. El caso de Tom Brady, quien se superó a sí mismo a pesar de ser seleccionado en una posición baja en el draft de la NFL, ejemplifica cómo un liderazgo efectivo puede transformar el potencial en éxito tangible. El cuarto componente, "Retroalimentación", es vital para mantener un ciclo de mejora continua dentro del equipo. Rosas destacó que la retroalimentación más efectiva es aquella que transforma creencias y no simplemente conductas. Citando su experiencia en Disney, enfatizó la importancia de dar retroalimentación sincera y constructiva, recordando que esta debe ser entregada "sin anestesia, pero siempre desde el cariño". Esta práctica puede resultar fundamental para el crecimiento personal y profesional de cada integrante del equipo. Finalmente, el último pilar es "Reforzar". Según Rosas, la fortaleza de un equipo no solo radica en los talentos individuales, sino en las conexiones que se establecen entre sus miembros. La amistad y la confianza son fundamentales para mantener unidas a las personas, especialmente en tiempos difíciles. Rosas animó a los líderes a invertir tiempo en construir relaciones sólidas y a fomentar un entorno donde el compañerismo sea una prioridad. Para concluir, Jorge Rosas enfatizó que el liderazgo auténtico y eficaz se basa en la coherencia, el desarrollo continuo y la fortaleza de los vínculos entre los miembros del equipo. Estos elementos son esenciales no solo para el éxito de un grupo, sino también para cualquier organización que aspire a la excelencia y a dejar un legado duradero. Su mensaje resuena en un mundo donde el liderazgo genuino es más necesario que nunca, y la habilidad de formar equipos legendarios puede marcar la diferencia en la competitividad y la eficacia empresarial.