Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

A medida que concluyó la temporada 2023-24 de la Premier League, los números contaron una historia notable: una tasa de goles por partido sin precedentes que no solo eclipsó el récord anterior establecido solo la temporada pasada, sino que también mostró un cambio significativo en la dinámica del fútbol inglés. Con un asombroso promedio de 3.28 goles anotados por partido, las cifras de la temporada pasada son más propias de un videojuego que de una competencia de la vida real, lo que plantea una pregunta fundamental sobre la naturaleza del entretenimiento en el fútbol: ¿equivale una alta tasa de goles por partido a un espectáculo más entretenido? A primera vista, el volumen de goles es emocionante. El fútbol, después de todo, es un deporte centrado en marcar. Sin embargo, a medida que los aficionados y analistas analizan los números, se hace evidente que se requiere un examen más profundo. Si bien el aumento en los goles puede atribuirse parcialmente al tiempo añadido prolongado—162 goles más en comparación con la temporada anterior—factores como el aumento de goles en propia puerta, las conversiones de tiros libres y un impresionante porcentaje de éxito en penales también contribuyeron significativamente al festival de goles. Sin embargo, es crucial señalar que el tiempo añadido por sí solo no puede explicar la totalidad de este aumento; el estilo de juego general de la liga experimentó una transformación que parecía favorecer un fútbol más caótico y de transición, reminiscentes de la Bundesliga alemana. Sin embargo, esta transformación plantea más preguntas sobre la naturaleza del entretenimiento en el fútbol. Para aquellos que han disfrutado recientemente de otros deportes, como el baloncesto o el balonmano—donde los puntos se anotan con frecuencia y rapidez—el contraste es sorprendente. En tales deportes, donde el marcador puede aumentar rápidamente, la importancia de cada gol individual disminuye. En el fútbol, sin embargo, la rareza de los goles a menudo eleva su importancia y las apuestas emocionales involucradas. Cuando se anota un gol en el fútbol, este punctúa el juego de una manera que es inigualable en deportes con más goles. El suspiro colectivo o el rugido jubiloso de la multitud tras un gol encapsula la esencia del deporte. Examinar el aumento de goles en la Premier League a través de este prisma revela una paradoja interesante. Si bien la temporada récord ofreció una gran cantidad de emoción, también suscitó nostalgia por el enfoque más equilibrado de años recientes, cuando la liga promediaba alrededor de 2.75 goles por partido. Esta tasa parecía alcanzar un equilibrio ideal, permitiendo tanto tensión como acción, un punto dulce donde la anticipación crecía y la importancia de cada gol permanecía intacta. La marcada diferencia entre una tasa de goles por partido de 2.50 en comparación con 2.75 ilustra cuán rápidamente puede cambiar la atmósfera. Una caída por debajo de 2.50 puede llevar a una experiencia aburrida, como lo evidencian períodos en la historia de la Premier League donde las tácticas defensivas dominaron, resultando en encuentros menos emocionantes. Comparativamente, una campaña de liga plagada de goles ofrece un mayor valor de entretenimiento, pero corre el riesgo de convertirse en un ejercicio de caos, donde los elementos estratégicos del juego son eclipsados por la búsqueda implacable de un juego de alto puntaje. Mirando hacia adelante, queda la pregunta: ¿se convertirá el rendimiento atípico de la temporada 2023-24 en la nueva norma, o se desvanecerá en los anales de la historia del fútbol? Varios factores pueden obstaculizar una repetición de juegos tan goleadores. Con cambios en la aplicación de reglas respecto a las jugadas a balón parado y enfoques más cautelosos por parte de los entrenadores, podría ocurrir una regresión a un promedio de goles por partido más bajo. Incluso una caída a 2.90 seguiría significando uno de los períodos de mayor puntuación en décadas, sugiriendo que, si bien el fútbol puede volver a un estilo más controlado, es poco probable que la liga regrese a su pasado más conservador. A medida que se asienta el polvo, el debate en curso sobre el fútbol de alto puntaje y su valor de entretenimiento continúa. Si bien la emoción de los goles es innegable, el encanto único del deporte radica en su capacidad para entrelazar tensión, habilidad y estrategia en una narrativa cohesiva. La temporada 2023-24 de la Premier League puede haber reescrito los libros de récords, pero como aficionados, debemos preguntarnos si este cambio presagia una nueva era de emoción o simplemente un momento fugaz en la historia llena de logros del hermoso juego.


