Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La educación, reconocida universalmente como un derecho humano y un motor fundamental para el desarrollo social, se encuentra en constante evolución. Con millones de jóvenes esforzándose por alcanzar sus metas académicas y profesionales, la búsqueda de métodos de estudio efectivos se vuelve crucial. Un reciente estudio de la Royal Society ha arrojado luz sobre un tema que ha generado un gran interés en la comunidad estudiantil: ¿es mejor estudiar por la mañana o por la noche? La respuesta a esta pregunta puede tener implicaciones significativas para la forma en que los estudiantes abordan su aprendizaje. De acuerdo con la investigación de la Royal Society, "aprender antes de dormir beneficia a los estudiantes en todos los niveles de aprendizaje". Este hallazgo sugiere que el momento del día en que se elige estudiar puede influir en la retención de información y en la comprensión de conceptos complejos. Los resultados del estudio indican que los estudiantes que se dedican a estudiar problemas complejos, como los de multiplicación, antes de dormir tienden a tener un mejor desempeño en comparación con aquellos que estudian durante el día. Esto se debe a que el cerebro, al descansar durante la noche, procesa y consolida la información adquirida, lo que maximiza la capacidad de recordar y aplicar ese conocimiento posteriormente. Además, el estudio refuerza la importancia de la memoria y los conocimientos previos en el proceso de aprendizaje. Los estímulos que se generan en el cerebro al estudiar por la noche parecen potenciar estas habilidades, lo que puede ser un factor determinante para estudiantes que enfrentan contenidos difíciles en su formación académica. Por otro lado, la lectoescritura se presenta como un componente esencial en la educación desde la infancia. Esta habilidad no solo facilita el aprendizaje, sino que también estimula el pensamiento crítico y analítico, habilidades que son cruciales en la vida adulta. Según un informe de World Atlas, la cantidad de tiempo que las personas dedican a la lectura varía significativamente entre países, y esta práctica se asocia con mejores niveles educativos y desarrollo social. Particularmente, Venezuela ha destacado en este contexto, ocupando el puesto 13 en el ranking de los países que más horas invierten en la lectura. Con un promedio de 6.4 horas semanales, el país supera a naciones como Australia y Sudáfrica, lo que resalta un compromiso con la educación, a pesar de los desafíos económicos y sociales que enfrenta. A nivel mundial, India se encuentra en la cima del ranking de horas dedicadas a la lectura, seguido de países como Tailandia y China. Estos datos sugieren una correlación entre la inversión en educación y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de estos países, lo que refuerza la idea de que fomentar la educación puede ser una estrategia eficaz para el desarrollo económico. Sin embargo, a medida que se discuten los métodos de estudio y la importancia de la lectura, también es importante considerar el contexto laboral en el que se encuentran muchos estudiantes. El tiempo que dedican al trabajo puede afectar directamente sus posibilidades de estudiar y aprender de manera efectiva. En este sentido, un estudio de la OCDE ha revelado que México es uno de los países donde los trabajadores laboran más horas anualmente, lo que podría limitar las oportunidades de educación y desarrollo personal. Las largas jornadas laborales en México, que superan las 2,226 horas anuales, han generado un debate sobre la necesidad de reformar el sistema laboral para facilitar un mejor equilibrio entre trabajo y estudios. La propuesta de reducir la jornada laboral y aumentar los días de descanso se ha vuelto un tema pertinente en el Senado, donde se busca promover un entorno que permita a los ciudadanos dedicar más tiempo a su educación y desarrollo profesional. En conclusión, el estudio de la Royal Society no solo proporciona información valiosa sobre el momento más efectivo para estudiar, sino que también invita a una reflexión más amplia sobre la relación entre educación, trabajo y desarrollo social. Mientras los jóvenes continúan su camino hacia el éxito académico, es esencial que se consideren todos los factores que pueden influir en su aprendizaje, desde el horario de estudio hasta el ambiente laboral, para construir un futuro más prometedor para la sociedad en su conjunto.