Mónica Gallese de Osma diseñará uniformes para la delegación peruana en París 2024

Mónica Gallese de Osma diseñará uniformes para la delegación peruana en París 2024

Mónica Gallese diseña los uniformes para la delegación peruana en los Juegos Olímpicos de París 2024, un gran honor y desafío en su carrera.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mónica Gallese de Osma se ha convertido en un nombre destacado en el panorama de la moda peruana, especialmente tras ser seleccionada para diseñar los uniformes que vestirán a la delegación peruana en los Juegos Olímpicos de París 2024. Este importante encargo no solo representa un hito en su carrera, sino que también está impregnado de un profundo sentido de orgullo y conexión con su país. La noticia de su selección le llegó hace aproximadamente dos meses y medio, y el impacto emocional fue inmediato. "Casi que se me caían las lágrimas en ese mismo momento", recuerda Mónica, quien se ha dedicado al mundo de la moda durante más de una década. El camino hacia la creación de estos uniformes no estuvo exento de desafíos. Mónica identifica tres grandes obstáculos que tuvo que sortear: el tiempo limitado, el presupuesto ajustado y los lineamientos específicos que debían seguirse en los diseños. "Tenía que lograr entregar 111 kits, alrededor de 1500 piezas entre polos, casacas, gorras y pantalones en un tiempo muy corto", explica. Esta presión aumentó aún más al considerar los limitados recursos disponibles. Sin embargo, la diseñadora encontró apoyo en las fábricas y en su propio taller, donde su equipo trabajó incansablemente, incluso en turnos nocturnos, para cumplir con el objetivo. El proceso de diseño no solo se centró en la estética, sino que también tuvo que alinearse con las regulaciones de la delegación. "Tienes que trabajar con los colores de la bandera que son rojo y blanco", afirma Mónica, quien explica que su propuesta inicial de un diseño más vanguardista fue ajustada a una visión más práctica y accesible. De esta forma, se logró un equilibrio que respeta la identidad peruana sin caer en clichés repetitivos. Además, todas las telas utilizadas son de producción local, lo que resalta la importancia de la mano de obra peruana en el proyecto. Mónica, quien es administradora de profesión, ha estado involucrada en la moda durante más de doce años. Su experiencia incluye la gestión de una tienda multimarca y el lanzamiento de su propia marca, Fortuna, en París. Sin embargo, reconoce que diseñar los uniformes olímpicos es el trabajo de mayor honor en su trayectoria. "El hecho de ser llamada para diseñar los uniformes olímpicos me llega de orgullo", expresa, enfatizando la singularidad de esta experiencia en su carrera. Entre las piezas del kit, Mónica destaca dos que le generan un especial apego emocional. La casaca cortavientos, de inspiración retro, y el blazer rojo, que ha capturado la atención de muchos, son sus favoritas. Sin embargo, aclara que no están a la venta, pues son parte de la exclusiva colección para los atletas peruanos. Esto añade un carácter especial a las prendas, convirtiéndolas en símbolos del esfuerzo y la dedicación detrás de cada detalle. La emoción de ver a la delegación peruana luciendo sus diseños es indescriptible para Mónica. "Todo ha sido una mezcla de emoción, felicidad, adrenalina y mucho estrés de que todo funcione y salga a la perfección", confiesa. Para no perderse el momento culminante de esta experiencia, decidió comprar un pasaje a París y una entrada para presenciar los Juegos Olímpicos en persona, reafirmando su compromiso con el evento y su país. Más allá de su trabajo como diseñadora, Mónica también es una apasionada del deporte. En particular, menciona su afición por la acrobacia, actividad que practicó desde su infancia. Además, disfruta del tenis y el golf en su vida cotidiana. Esta conexión con el deporte no solo la inspira en su vida personal, sino que también le permite comprender mejor las necesidades y expectativas de los atletas que vestirán sus creaciones. El legado de Mónica Gallese de Osma va más allá de la moda; es una representación de la cultura peruana y un testimonio del potencial del talento local en una plataforma internacional como los Juegos Olímpicos. Su historia es un recordatorio de cómo la pasión y la dedicación pueden trascender fronteras, uniendo a las personas a través de la creatividad y la identidad nacional. Con cada prenda que se luzca en París, se llevará un pedazo del corazón peruano, un testimonio del esfuerzo colectivo y la visión de una diseñadora que, con su "saco rojo", ha tejido un camino hacia la esperanza y el orgullo en cada hilo.

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