Cecilia Tait en París: Un símbolo del deporte peruano en los Juegos Olímpicos

Cecilia Tait, una figura emblemática del deporte peruano y ahora miembro del Comité Olímpico Internacional, se encuentra en París para vivir una experiencia única en el contexto de los Juegos Olímpicos. Su presencia no solo representa un logro personal, sino también un símbolo de la evolución del deporte en Perú. Desde su llegada, Tait ha reflexionado sobre el impacto que estos Juegos tienen en los deportistas, destacando a Kimberly García como un ejemplo inspirador. "Nos deberíamos sentir orgullosos de que es una de las mejores del mundo", afirmó Tait en relación a García, quien ha llevado el nombre de Perú a lo más alto en el atletismo. Esta declaración subraya no solo el talento de García, sino también el arduo trabajo y sacrificio que implica llegar a una competencia de esta magnitud. Para Tait, la participación de atletas peruanos en los Juegos no es solo un desafío, sino un sueño cumplido que requiere años de dedicación. La exvolibolista también compartió su emoción al participar en la inauguración de los Juegos Olímpicos, un evento que, según ella, fue diseñado para la televisión, pero que aún así logró dejar una huella en su corazón. “Me sentí como una deportista más con un cargo importante”, expresó, enfatizando la conexión que siente con su pasado como atleta y su nuevo rol en el COI. La labor que ahora Tait desempeña dentro del Comité es fundamental. Su trabajo incluye establecer nuevas reglas para los próximos Juegos Olímpicos, así como evaluar las solicitudes de las ciudades candidatas. Este proceso, que puede tomar años, es crucial para asegurar que se cumplan los estándares de calidad en la organización de los Juegos. “Es como un parlamento, pero aquí nadie se pelea”, bromeó Tait sobre la dinámica de trabajo en el COI. En cuanto a la presión que sienten los atletas, Tait destacó la importancia de mantener la calma y no dejarse llevar por las expectativas externas. "Los deportistas necesitamos estar relajados, ya que nuestro desempeño es mejor”, afirmó, subrayando que la presión puede afectar negativamente la actuación de los atletas. En ese sentido, el ejemplo de Kimberly García es vital; su preparación y enfoque son aspectos clave para su éxito. La presión mediática y el escrutinio en redes sociales también son temas de preocupación para Tait, quien ha tenido que lidiar con el escepticismo y la envidia por su nuevo rol. “No sean envidiosos”, pidió a quienes critican su trabajo, enfatizando que su compromiso está con el desarrollo del deporte en el Perú y el apoyo a los atletas que luchan por alcanzar la excelencia. Además, Tait ha resaltado la importancia de eventos deportivos como el Mundial Sub 20 de Vóley que se celebrará en Perú, una oportunidad para dar a conocer el talento joven del país. “No critique que a Perú lo van a eliminar en primera ronda”, dijo, refiriéndose a un posible exceso de pesimismo. Para ella, la participación en este torneo es una oportunidad de crecimiento y aprendizaje para las futuras generaciones de deportistas. En sus reflexiones sobre la selección mayor de vóley, Tait se mostró optimista con la designación de Antonio Rizola como entrenador. “Conoce la mentalidad latina y creo que estamos en la misma línea”, destacó, refiriéndose a la importancia de contar con alguien que entienda la cultura y las particularidades del deporte en la región. Esta conexión es clave para fomentar un ambiente de trabajo que potencie el rendimiento del equipo. Finalmente, Cecilia Tait se muestra comprometida con el futuro del deporte en Perú. Su visión incluye la preparación de los atletas para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 y la implementación de un plan que asegure recursos para aquellos con talento innato. “El que tiene chance de medalla, voy a estar dentro del grupo que se encarga de mirar a los deportistas”, concluyó. En resumen, la voz de Cecilia Tait no solo es un testimonio de su trayectoria, sino también un llamado a la unidad y al orgullo por los logros de los deportistas peruanos, una invitación a seguir soñando y luchando por un futuro mejor en el ámbito deportivo.