Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La reciente descalificación de tres velocistas, incluido el mozambiqueño de 18 años Steven Sabino, durante las primeras rondas de los 100 metros masculinos en los Juegos Olímpicos de París ha reavivado el interés en las estrictas reglas que rigen las salidas en falso en el atletismo. Este incidente subraya la intensa presión a la que se enfrentan los atletas mientras luchan por un inicio rápido, lo que a menudo conduce a la descalificación por reacciones que son consideradas demasiado rápidas según las regulaciones actuales. Según las reglas de World Athletics, una salida en falso se define como un atleta que se mueve dentro de los 100 milisegundos (0.1 segundos) posteriores al disparo de salida. Si un velocista ejerce más de 25 kg de fuerza en los bloques de salida durante este tiempo, se enfrenta a una descalificación inmediata. Este sistema de medición, que depende de tecnología automatizada en eventos de alto nivel como los Juegos Olímpicos, ha tenido serias consecuencias para los atletas que pueden reaccionar de manera instintiva o verse influenciados por factores externos, como el ruido del público. La experiencia de Sabino en la pista fue desgarradora. Describió haber escuchado un ruido que desencadenó su reacción, sin darse cuenta de que eso lo llevaría a su descalificación. "Sacrifiqué todo por esto", lamentó mientras dejaba la pista entre lágrimas, ilustrando el costo emocional que puede tener una aplicación tan estricta de las reglas en jóvenes atletas con sueños olímpicos. Las reglas sobre las salidas en falso han evolucionado a lo largo de los años. Las salidas en bloque se han utilizado desde los Juegos Olímpicos de Londres en 1948, y la actual regla de una sola oportunidad se estableció en 2009, lo que significa que un atleta es descalificado después de su primera salida en falso, un cambio respecto a las regulaciones anteriores que permitían una segunda salida en falso. Este cambio ha sido criticado por ser excesivamente severo, particularmente porque investigaciones han sugerido que los atletas de élite reaccionan de manera natural a velocidades que pueden superar el umbral actual. Los críticos, incluido el velocista británico Richard Kilty, han expresado su frustración por la regla. Kilty se refirió a las regulaciones actuales como "una regla de salida en falso patética", destacando el desafío que enfrentan los velocistas más pequeños, que a menudo reaccionan más rápido debido a su fisiología. La Diamond League, un circuito de competencia menos formal, ha adoptado un enfoque más indulgente, permitiendo a los atletas correr bajo protesta, lo que refleja el deseo de mantener las carreras competitivas mientras se evitan las severas penalizaciones vistas en eventos de campeonato. Notablemente, la tendencia de descalificación parece afectar desproporcionadamente a los velocistas masculinos, con estudios que sugieren que los hombres, en promedio, ejercen más fuerza debido a su mayor masa muscular, lo que facilita que superen el umbral de fuerza. Esta disparidad de género plantea preguntas sobre la equidad de las reglas y si se deberían hacer ajustes para tener en cuenta las diferencias fisiológicas. El peso emocional de la experiencia olímpica se ejemplifica en las reacciones de otros atletas descalificados, como el británico Jeremiah Azu, quien también enfrentó la descalificación en medio de la presión de competir contra los mejores. Azu atribuyó su salida en falso al ruido distractor de un público emocionado, una situación descrita por la leyenda del sprint estadounidense Michael Johnson, quien sugiere que los atletas deberían estar completamente enfocados en la línea de salida. Sin embargo, la realidad de gestionar el ruido del público y otras distracciones es un problema complejo y subjetivo para los oficiales. Al reflexionar sobre el impacto de estas reglas, queda claro que el camino hacia los Juegos Olímpicos está lleno de desafíos y que las apuestas son increíblemente altas. La experiencia de jóvenes atletas como Sabino sirve como un recordatorio de la dedicación y el sacrificio requeridos para competir a este nivel. La conversación en torno a las salidas en falso y las reglas que las rigen probablemente continuará, mientras atletas, oficiales y aficionados luchan por encontrar un equilibrio entre mantener la integridad del deporte y permitir el elemento humano de la competencia.