La crisis de calidad del agua del río Sena amenaza los eventos de triatlón de París 2024 con un cambio a duatlón.

La crisis de calidad del agua del río Sena amenaza los eventos de triatlón de París 2024 con un cambio a duatlón.

Los problemas de calidad del agua en el Sena amenazan los eventos de triatlón de París 2024, lo que podría llevar a cambios debido a preocupaciones de salud para los atletas.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes

Los Juegos Olímpicos de París 2024 se han visto empañados por preocupaciones significativas sobre la calidad del agua del río Sena, que albergará las pruebas de triatlón. Tras extensos preparativos e inversiones para limpiar el río, la situación ha tomado un giro preocupante, lo que ha llevado al aplazamiento del triatlón masculino originalmente programado para hoy. La carrera masculina ahora está programada para el miércoles, a la espera de pruebas de seguridad del agua, pero la posibilidad inminente de transformar ambos eventos de triatlón en duatlones sigue siendo una preocupación apremiante para organizadores y atletas. El problema principal radica en los niveles inseguros de E. coli y otras bacterias dañinas en el Sena. Las fuertes lluvias de la semana pasada causaron el desbordamiento del sistema de alcantarillado combinado, liberando aguas residuales sin tratar en el río. Con más tormentas eléctricas previstas, hay una creciente ansiedad respecto a la condición del agua para los competidores. Si la calidad del agua no mejora, los organizadores se enfrentarán a la decisión sin precedentes de convertir los triatlones olímpicos en duatlones, eliminando por completo el segmento de natación. Este ajuste no solo alteraría el formato del evento, sino que también cambiaría fundamentalmente el panorama competitivo. Tradicionalmente, un triatlón consiste en una natación de 1,500 metros, seguido de un recorrido en bicicleta de 40 kilómetros y concluyendo con una carrera de 10 kilómetros. En el caso de un duatlón, la natación sería reemplazada por una carrera de 5 kilómetros, introduciendo un nivel diferente de fatiga y estrategia para los atletas. El entrenador de triatlón de alto rendimiento, Andrew Woodroffe, articuló que eliminar la natación afectaría significativamente la dinámica, ya que los atletas comenzarían la parte de ciclismo con piernas cansadas de la carrera, en lugar del estado más fresco que normalmente proporciona la natación. Expertos en el campo, como el entrenador Mark Buckingham, han expresado estos sentimientos, enfatizando que el cambio de última hora sorprendería a muchos atletas, particularmente a aquellos que han entrenado meticulosamente para el formato de triatlón. El cambio favorecería inevitablemente a los corredores más fuertes, ya que podrían aprovechar la estructura de competencia alterada. Competidores destacados como Hayden Wilde de Nueva Zelanda y Morgan Pearson de EE. UU. han sido identificados como potenciales beneficiarios de este inesperado cambio de formato. Buckingham señaló que, aunque algunos atletas podrían prosperar bajo las nuevas condiciones, el campo en general podría volverse más predecible, diluyendo la emoción competitiva que un triatlón olímpico típicamente genera. Han surgido críticas hacia los organizadores, con atletas expresando su decepción por la falta de un plan de contingencia que podría haber implicado reubicar el evento a un lugar más seguro. Muchos creen que la salud de los atletas debería haber priorizado un sitio más confiable, especialmente dada la historia de problemas de calidad del agua en el Sena durante eventos anteriores. El sentimiento fue respaldado por la exmedallista Vicky Holland, quien lamentó la ausencia de un lugar de respaldo como un evidente descuido. A medida que la situación sigue desarrollándose, la presidenta de World Triathlon, Marisol Casado, ha indicado una probabilidad del 60-40 de que los eventos de triatlón se lleven a cabo como estaba previsto el miércoles. Sin embargo, la incertidumbre en torno a la calidad del agua del Sena representa un desafío significativo tanto para los atletas como para la integridad de los Juegos Olímpicos en su conjunto. Mientras esperamos más desarrollos, el destino de los eventos de triatlón está en la balanza, con el potencial de remodelar no solo las clasificaciones de medallas, sino también la percepción futura del deporte a nivel olímpico.

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