Prisca Awiti hace historia al conquistar la primera medalla de plata en judo para México

La judoca Prisca Awiti Alcaraz ha hecho historia al convertirse en la primera mujer en conseguir una medalla de plata en judo para México en los Juegos Olímpicos, celebrados en París 2024. La atleta, originaria de Londres y de madre mexicana, ha despertado una ola de emociones y orgullo en el país latinoamericano al alcanzar la final en la categoría de -63 kilos. Esta hazaña no solo marca un hito en su carrera, sino también un importante capítulo en la historia del judo mexicano. Awiti, de 28 años, comenzó su camino hacia la medalla en un ambiente cargado de expectativas. En su primer combate del día, enfrentó a Nigara Shain, del equipo de refugiados, con una contundente victoria que sentó las bases para su progreso en la competición. Con cada victoria, la emoción fue creciendo, llevando a los aficionados mexicanos a soñar con el oro. El momento culminante llegó en la final contra la eslovena Andreja Leški, quien era considerada la favorita. Pese a la derrota, la actuación de Awiti fue aclamada por expertos y aficionados, quienes reconocieron el valor de su esfuerzo, especialmente considerando que ella se encontraba en el puesto 18 del ranking mundial antes de los Juegos. Vencer a competidoras de alto nivel, como la polaca Angelika Szymańska, cuarta en el mundo, fue un testimonio del talento y la tenacidad de la judoca. La medalla de plata de Awiti se convierte en la segunda para México en estos Juegos Olímpicos, tras la medalla de bronce del equipo femenino de tiro con arco. Sin duda, este logro ha elevado la moral del equipo mexicano y ha reforzado el creciente desarrollo del judo en el país. Su entrenador, Jorge Atencio Ramírez, destaca que este podium es solo el comienzo de una nueva era para el judo mexicano, lleno de promesas y potencial. En sus declaraciones, Atencio expresó su orgullo por formar parte del equipo mexicano y subrayó el avance del judo en el país. “El judo mexicano ha ido evolucionando. Ya tenemos varios medallistas en campeonatos continentales. Es decir, ha ido avanzando poco a poco con una nueva generación”, afirmó el entrenador, quien ha jugado un papel crucial en la formación y motivación de Awiti. La historia de Prisca Awiti es también una de superación personal y conexión familiar. Nacida en el Reino Unido, su herencia multicultural le ha otorgado una perspectiva única en el deporte. Desde temprana edad, mostró habilidades deportivas, pero fue en el judo donde encontró su verdadera pasión. La influencia de su familia, especialmente de su hermano Philip, quien también fue un judoca destacado, ha sido fundamental en su desarrollo como atleta. “Una inspiración muy grande fue mi hermano mayor, quien fue un judoca de alto rendimiento que ganó medallas en Grand Slam y compitió en Mundiales. Crecí viéndolo como mi ídolo”, comentó Awiti. Esta conexión familiar va más allá de la competencia, ya que la judoca comparte momentos de reflexión y motivación con sus hermanos, quienes incluso aportan su talento musical para calmar sus nervios antes de los combates. En cada combate, la judoca ha llevado consigo no solo la bandera de México, sino también el amor y el apoyo de su familia. Esta conexión emocional es una de las claves de su éxito; escuchar las voces de sus hermanos antes de competir le brinda la tranquilidad que necesita para dar lo mejor de sí en la lona. Para Awiti, el judo representa más que un deporte; es un vínculo profundo con su identidad y su familia. Con su medalla de plata, Prisca Awiti no solo ha hecho historia en el judo mexicano, sino que también ha inspirado a una nueva generación de atletas. Su logro es un recordatorio del poder del trabajo arduo, la dedicación y el amor por el deporte. Mientras México celebra su éxito, la judoca se prepara para lo que vendrá, con la mirada puesta en futuros campeonatos y el deseo de seguir representando a su país con orgullo. Los ecos de su triunfo resonarán más allá de los límites de la competición, dejando una huella indeleble en el espíritu deportivo de México. La historia de Prisca Awiti es un ejemplo de perseverancia y pasión, un legado que sin duda motivará a muchos más a seguir sus pasos en el camino hacia la grandeza.