Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El campeón africano de bádminton Anuoluwapo Juwon Opeyori se está preparando para hacer historia en los Juegos Olímpicos de París 2024, ya que tiene como objetivo poner fin a la maldición del bádminton en el escenario olímpico del continente. Nacido en un asentamiento informal de Lagos, este nigeriano de 27 años ya ha asegurado cuatro títulos continentales individuales, un logro notable dada la falta de instalaciones de bádminton en su país de origen. La determinación y el éxito de Opeyori lo han destacado, ya que aspira a convertirse en el primer africano en avanzar en la competición individual masculina de bádminton en los Juegos Olímpicos. Permanece imperturbable ante los desafíos que se avecinan, fijándose el objetivo de llegar al menos a los cuartos de final en París. La historia de la representación africana en el bádminton olímpico no es brillante, ya que ningún hombre africano ha avanzado a la siguiente ronda desde la inclusión del deporte en los Juegos en 1992. Jacob Maliekal, de Sudáfrica, estuvo cerca en 2016 al ganar un partido de la fase de grupos, pero no logró avanzar. En el lado femenino, Hadia Hosny de Egipto logró un avance en 2008 al llegar a la segunda ronda después de vencer a su oponente mexicana, siendo el único caso en que un africano ha logrado esto en la historia de los Juegos Olímpicos de bádminton individual. A pesar de las dificultades en su contra, Opeyori se mantiene confiado y decidido, listo para enfrentar el desafío con valentía. Con sus recientes éxitos en la escena del bádminton africano y su actitud segura, está listo para reescribir la narrativa de la representación africana en el deporte a nivel mundial. Mientras Opeyori se prepara para mostrar sus habilidades y determinación en los Juegos Olímpicos de París 2024, todas las miradas estarán puestas en él mientras busca hacer historia y allanar el camino para las futuras generaciones de jugadores africanos de bádminton. Su historia es la de la resiliencia, el talento y la búsqueda incansable de la excelencia, encarnando el espíritu de los Juegos Olímpicos.