Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La industria de las carreras de galgos en Australia vuelve a estar bajo intensa escrutinio tras impactantes denuncias de abuso y explotación dentro del deporte. Las revelaciones han reavivado un acalorado debate sobre la ética y el futuro de las carreras de galgos en el país. En 2015, una importante investigación descubrió la angustiante realidad de hasta 17,000 perros jóvenes perdiendo la vida anualmente por causas prevenibles, lo que provocó una intervención gubernamental rápida pero de corta duración. La industria se comprometió a reformarse y mejorar los estándares de bienestar animal. Casi una década después, Greyhound Racing New South Wales (GRNSW) se encuentra nuevamente envuelto en controversia. Un informante ha presentado perturbadoras cuentas sobre el trato a los perros dentro de la industria. El ex veterinario jefe de GRNSW pintó un sombrío panorama, alegando que los perros son sometidos a condiciones inhumanas, corren excesivamente, son sacrificados sin justificación o son dejados descuidados en jaulas cuando ya no son rentables. El explosivo informe ha provocado una respuesta rápida, con altos ejecutivos de GRNSW enfrentando repercusiones y anunciándose una investigación oficial para indagar en las denuncias. A pesar de la creciente presión de críticos y defensores del bienestar animal para una prohibición total de las carreras de galgos, el primer ministro del estado se ha negado a cerrar el deporte, desatando un acalorado debate. La diputada de Justicia Animal de NSW, Emma Hurst, ha condenado enérgicamente la industria, afirmando que está intrínsecamente ligada a la crueldad animal sistémica y no puede seguir operando en su forma actual. La controversia ha vuelto a poner de manifiesto los dilemas éticos en torno a las carreras de galgos y ha dividido la opinión pública. A medida que avanza la investigación y las llamadas a la reforma o prohibición se vuelven más fuertes, el futuro de las carreras de galgos en Australia está en juego.