Histórico fallo en Israel: fin de exención militar para ultraortodoxos

A fines de junio, el Tribunal Supremo de Israel emitió un fallo histórico que ha provocado un terremoto político y religioso en el país. Por unanimidad, se determinó que los hombres ultraortodoxos ya no pueden quedar exentos del servicio militar obligatorio, poniendo fin a más de 75 años de esta práctica que beneficiaba a este importante grupo religioso. La obligación de enrolamiento y el recorte de subvenciones a las escuelas talmúdicas que no cumplan con esta medida ha generado un intenso debate en la sociedad israelí. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, anunció que a partir del próximo mes se ordenará el reclutamiento de los haredim, los judíos ultraortodoxos, lo cual ha desatado reacciones encontradas en la población. Si bien hay quienes apoyan la igualdad de obligaciones cívicas para todos los ciudadanos, también existen sectores que defienden la tradición de dedicarse exclusivamente al estudio religioso. Esta exención especial para los haredim se remonta a la fundación del Estado de Israel en 1948, cuando se acordó que aquellos dedicados al estudio de la Torá estarían exentos del servicio militar, con el respaldo y subvención del gobierno. Sin embargo, con el aumento de esta población y de la presión social por la igualdad de deberes, el Tribunal Supremo ha tomado la decisión de poner fin a esta excepción. Actualmente, se estima que hay alrededor de 63,000 jóvenes haredim en edad militar en Israel, pero las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) enfrentan desafíos logísticos y culturales para incorporar a este grupo en sus filas. La vida en las IDF es mayormente secular, lo que plantea dificultades para los ultraortodoxos dedicados exclusivamente a la vida religiosa. Por otro lado, las yeshivás, las escuelas talmúdicas donde se forman estos jóvenes, podrían enfrentar una crisis si el gobierno decide recortar sus subvenciones. Netanyahu ha intentado mitigar el impacto de esta medida proponiendo reducir la edad a la que se puede optar por el estudio religioso en lugar del servicio militar. Esta situación ha generado tensiones en la coalición de gobierno liderada por Netanyahu, quien volvió al poder gracias a alianzas con partidos ultraortodoxos. La presión de la sociedad israelí por un mayor número de soldados y la necesidad de reformas en el sistema judicial han colocado al gobierno en un dilema político y social. La posibilidad de que Netanyahu se vea obligado a testificar en su juicio por corrupción a partir de diciembre también añade un elemento de inestabilidad a la situación política en Israel. La lucha entre la Corte Suprema de Justicia y el gobierno, así como las tensiones con los sectores ultraortodoxos, plantean desafíos significativos para la estabilidad del país y el futuro de las fuerzas armadas. En medio de este escenario complejo, el debate sobre la igualdad de obligaciones cívicas y el papel de la religión en la sociedad israelí continúa siendo un tema central que desafía al gobierno de Netanyahu y a la sociedad en su conjunto. La resolución de esta cuestión no solo determinará el rumbo de las fuerzas armadas y la política interna de Israel, sino que también definirá el equilibrio entre la política y la religión en un país con una historia y una identidad profundamente marcadas por ambas esferas.