Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El argentino Rodrigo De Paul no es un futbolista típico. Apodado 'El Motorcito', el centrocampista de 30 años ha labrado un nicho único para sí mismo dentro del deporte. Mientras muchos jugadores se centran en su propio rendimiento, De Paul adopta un enfoque diferente: elige un enemigo particular en cada partido, haciéndolo personal. El papel de De Paul en la selección nacional de Argentina va más allá de sus habilidades técnicas. Es conocido como el guardaespaldas de Lionel Messi debido a su proximidad con la superestrella y sus reacciones de temperamento rápido cuando los oponentes se ponen físicos con Messi. Sin embargo, el impacto de De Paul se extiende mucho más allá de simplemente proteger a su capitán. En una reciente entrevista con Telemundo, De Paul reveló su estrategia de participar en la guerra psicológica con sus oponentes. Él afirmó: "Lo que hago es elegir un enemigo. Bueno, digamos un rival porque eso no suena tan mal. Busco involucrarme en una disputa que me mantendrá alerta. No es solo que quiera ganar. Quiero vencerte. Lo hago personal". Este enfoque se exhibió plenamente en los recientes partidos de Argentina. Desde enfrentarse al defensor australiano Aziz Behich en la Copa del Mundo hasta chocar con el delantero francés Olivier Giroud en la final, De Paul busca constantemente adversarios en el campo. Mientras la mayoría de los jugadores confían en la fisicalidad, De Paul prospera en los juegos mentales y en los duelos verbales para obtener una ventaja sobre sus oponentes. La intensidad y el temperamento ardiente de De Paul no han pasado desapercibidos. Durante los partidos de la Copa América de Argentina, ha seguido apuntando a oponentes específicos, participando en intercambios acalorados y empujando los límites del juego. Sus enfrentamientos con jugadores como el canadiense Stephen Eustaquio y el chileno Gabriel Suazo han llamado la atención tanto dentro como fuera del campo. A pesar de su naturaleza combativa en el campo, De Paul mantiene un sentido de respeto hacia sus oponentes. Reconoce la importancia de los aspectos mentales y psicológicos del juego y comprende la delgada línea entre la agresión y el juego limpio. Fuera del campo, es conocido por su personalidad jovial y sentido del humor, que contrasta con su feroz competitividad durante los partidos. A medida que Argentina avanza a la etapa eliminatoria de la Copa América, De Paul sin duda continuará con su enfoque único en el juego. Ya sea apuntando a un oponente específico o alimentando su adrenalina a través del enfrentamiento, las tácticas poco convencionales de De Paul han demostrado ser efectivas para impulsar a su equipo hacia adelante. En un deporte donde la habilidad y la estrategia reinan supremas, Rodrigo De Paul se destaca como un jugador que prospera en las batallas personales dentro de cada partido.