Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Las agencias de la ONU están intensificando sus esfuerzos en Vanuatu tras un devastador terremoto de magnitud 7.3 que golpeó a principios de esta semana, resultando en la muerte de al menos 12 personas y heridas a más de 200. La calamidad se vio agravada por un temblor posterior de magnitud 6.1 el domingo, creando desafíos adicionales para las comunidades ya afectadas. Se mantiene en vigor un estado de emergencia en toda la nación insular, y se ha implementado un toque de queda desde el atardecer hasta el amanecer en partes de Port Vila, programado para durar hasta el 24 de diciembre. Se informa que el acceso al puerto marítimo se ve obstaculizado debido a carreteras bloqueadas, lo que complica los esfuerzos de ayuda. Hasta la noche del sábado, el impacto del terremoto inicial ha sido severo, afectando a más de 80,000 personas, con casi 1,700 personas desplazadas temporalmente. Las autoridades locales han establecido 11 centros de evacuación que actualmente albergan a más de 1,200 evacuados. Muchos otros han buscado refugio con familias anfitrionas. Las necesidades humanitarias inmediatas son críticas, ya que las comunidades enfrentan riesgos significativos de enfermedades transmitidas por el agua debido a la destrucción de la infraestructura. El acceso a agua potable, alimentos y servicios de salud se ha vuelto primordial a medida que la situación evoluciona. Los servicios de salud en Vanuatu están bajo una inmensa presión, particularmente en el Hospital Central de Vanuatu (VCH), que necesita urgentemente suministros médicos y apoyo coordinado. Los informes indican que el hospital está luchando para hacer frente al aumento de pacientes, destacando la necesidad urgente de recursos y personal adicionales para gestionar la crisis de salud. En respuesta a esta crisis humanitaria en escalada, un vuelo coordinado por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFP) llegó a Port Vila el sábado, entregando suministros de ayuda muy necesarios y equipos de respuesta de varias agencias de la ONU y socios humanitarios. Organizaciones clave, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), están colaborando estrechamente con las autoridades nacionales para movilizar apoyo para los esfuerzos de recuperación. El UNFPA ha establecido rápidamente carpas de maternidad en el VCH para atender las necesidades de las mujeres embarazadas, mientras que UNICEF ha establecido carpas de desbordamiento para gestionar la carga adicional de pacientes y ha desplegado equipos de protección infantil para apoyar a las familias y trabajadores de la salud durante este momento difícil. Para asegurar el acceso a agua potable, UNICEF también ha entregado tanques de agua de vejiga al hospital. Además, el WFP ha enviado especialistas en telecomunicaciones de emergencia para restaurar las redes de comunicación que han sido interrumpidas, lo cual es vital para coordinar los esfuerzos de ayuda en curso. También están trabajando con la Oficina Nacional de Gestión de Desastres (NDMO) y otros socios para evaluar las necesidades de seguridad alimentaria tras el desastre. El Centro Satelital de la ONU (UNOSAT) está realizando evaluaciones satelitales para determinar la magnitud de los daños y ayudar a priorizar la asignación de recursos en las regiones afectadas. La respuesta humanitaria es apoyada además por organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF), que está proporcionando asistencia activamente en el terreno junto a los equipos de respuesta nacional. Alpha Bah, Director de la Oficina Multipaís del WFP en el Pacífico, enfatizó la importancia de una respuesta oportuna y coordinada para ayudar a los afectados. "Nos entristece la pérdida de vidas y la destrucción de bienes causada por este terremoto. Este esfuerzo concertado es crucial para asegurar que las personas afectadas por el terremoto reciban asistencia oportuna y esencial", afirmó Bah. Reafirmó el compromiso del WFP de apoyar a la NDMO y otras instituciones nacionales, prometiendo fortalecer la respuesta de Vanuatu en medio de esta crisis. A medida que la situación continúa desarrollándose, la necesidad de solidaridad y acción rápida sigue siendo crítica para ayudar a las comunidades que enfrentan las secuelas de estos devastadores terremotos.