Vanuatu enfrenta esfuerzos de rescate urgentes en medio de la devastación por terremotos y la agitación política.

Vanuatu enfrenta esfuerzos de rescate urgentes en medio de la devastación por terremotos y la agitación política.

Vanuatu enfrenta esfuerzos de rescate urgentes tras un terremoto de 7.3, con 10 muertos, 200 heridos y casi 1,000 desplazados en medio de desafíos de infraestructura.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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A medida que Vanuatu lidia con las secuelas de un devastador terremoto de magnitud 7.3 que golpeó justo frente a su costa, la urgencia por las operaciones de rescate se ha intensificado. En la capital, Port Vila, trabajadores de rescate de diversas naciones se han unido a equipos locales para buscar sobrevivientes y evaluar los daños causados por el temblor, que ha dejado edificios en ruinas y a los residentes en la desesperación. Tres días después del terremoto, la situación sigue siendo grave, con un balance oficial de 10 muertos y más de 200 personas reportadas como heridas. Sin embargo, las agencias de ayuda advierten que estas cifras pueden no reflejar completamente la magnitud de la catástrofe, ya que muchas víctimas no han llegado a instalaciones médicas o han evitado buscar tratamiento por miedo. El principal hospital, el Hospital Central de Vila, ha sufrido daños significativos, complicando aún más los esfuerzos de respuesta. Las secuelas del terremoto también han desplazado a casi 1,000 residentes, según informes de las Naciones Unidas, y la inminente amenaza de escasez de agua añade una capa adicional de crisis. Brecht Mommen, especialista en agua, saneamiento e higiene de UNICEF, enfatizó la urgencia de distribuir agua potable para prevenir un posible brote de enfermedades transmitidas por el agua, particularmente la diarrea. El desafío radica en identificar y reparar la infraestructura dañada en la extensa red de agua de Port Vila. A las dificultades que enfrentan los equipos de rescate se suman las condiciones climáticas adversas, incluyendo lluvia y deslizamientos de tierra que han bloqueado carreteras y líneas de comunicación. Un deslizamiento de tierra significativo ha bloqueado el principal puerto marítimo de Vanuatu, y aunque el aeropuerto está abierto para vuelos humanitarios, se espera que los servicios comerciales se reanuden solo el domingo. Persiste un optimismo cauteloso de que esto podría señalar un regreso a la normalidad en una nación familiarizada con los extremos de la naturaleza. Vanuatu, un archipiélago de más de 80 islas, no es ajeno a los desastres naturales. Situado en el Anillo de Fuego del Pacífico, enfrenta actividad sísmica regular junto con las crecientes amenazas del cambio climático. A principios de este mes, los líderes de Vanuatu adoptaron una postura audaz en foros internacionales, abogando por una mayor responsabilidad de las principales naciones contaminantes, ya que el aumento del nivel del mar representa amenazas existenciales para la nación insular. El turismo es una línea de vida crítica para Vanuatu, representando aproximadamente el 40% de su economía. Los paisajes pintorescos y la vibrante vida marina atraen visitantes, principalmente de Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo, el sector ha sufrido un golpe en los últimos años, enfrentando una recesión durante la pandemia de COVID-19 y desastres relacionados con el clima, incluyendo tres ciclones importantes en 2023. El colapso de la aerolínea nacional en mayo agravó aún más estos desafíos. Además, el panorama político de Vanuatu añade otra capa de complejidad a su recuperación. Actualmente, la nación está siendo dirigida por un gobierno interino tras la disolución del Parlamento por parte del presidente Nikenike Vurobaravu en medio de un voto de desconfianza contra el primer ministro Charlot Salwai. Esta turbulencia política ha dejado al país con un vaivén de liderazgo—Salwai es el cuarto primer ministro en solo cuatro años—y la incertidumbre se cierne a medida que se espera una elección anticipada en enero. Los analistas advierten que esta inestabilidad política podría obstaculizar los esfuerzos de recuperación y las oportunidades de inversión vitales para reconstruir la nación insular. A medida que Vanuatu navega su crisis inmediata, también se encuentra en un concurso geopolítico más amplio, con una creciente participación de Australia y China. Mientras la nación busca asegurar financiamiento para infraestructura y recuperación, su pesada carga de deuda—ya señalada por el Fondo Monetario Internacional—podría complicar sus relaciones con socios internacionales y donantes potenciales. Frente a estos desafíos acumulativos, el pueblo de Vanuatu muestra resiliencia, pero el camino hacia la recuperación está plagado de incertidumbre. Con el enfoque inmediato en el rescate y la ayuda, la nación también debe lidiar con la sostenibilidad a largo plazo en una región caracterizada por su vulnerabilidad a desastres naturales y cambios geopolíticos.

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