Thaksin Shinawatra reflexiona sobre la respuesta al tsunami: Lecciones en resiliencia y coordinación.

Thaksin Shinawatra reflexiona sobre la respuesta al tsunami: Lecciones en resiliencia y coordinación.

Thaksin Shinawatra reflexiona sobre la respuesta de Tailandia al tsunami 20 años después, enfatizando la coordinación, los esfuerzos de recuperación y las preocupaciones ambientales.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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BANGKOK -- A medida que el mundo reflexiona sobre los trágicos eventos del 26 de diciembre de 2004, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra ha compartido sus experiencias de primera mano al gestionar la respuesta de Tailandia a uno de los desastres naturales más catastróficos de la historia reciente: el tsunami del océano Índico. Dos décadas después, la memoria de la devastación sigue siendo vívida, particularmente en las provincias de Phuket y Phang Nga, donde miles perdieron la vida y muchos más se vieron afectados. En una entrevista con el grupo Matichon, Thaksin recordó el momento en que se enteró del tsunami mientras hacía campaña en Khon Kaen. "Debo admitir que ni siquiera sabía qué era un tsunami en ese momento", dijo, subrayando el shock que muchos experimentaron en las primeras horas posteriores al desastre. Al llegar a Phuket, rápidamente reconoció la gravedad de la situación y tomó medidas decisivas. Una de las ideas clave de Thaksin durante esta crisis fue la necesidad de una coordinación efectiva entre los diversos ministerios del gobierno, que, en ese momento, operaban de manera aislada. Asumió la responsabilidad de liderar el esfuerzo de respuesta, asignando ministros específicos para supervisar las operaciones de socorro en las áreas más afectadas. Este enfoque resultó fundamental para garantizar que la ayuda fluyera hacia donde más se necesitaba de manera eficiente. Thaksin articuló tres prioridades principales que guiaron la respuesta inmediata al tsunami. Primero, enfatizó la importancia de reunir a los sobrevivientes con sus familias, facilitando el viaje para aquellos que habían perdido documentos de identificación vitales. En segundo lugar, la asistencia médica fue una de las principales preocupaciones. Thaksin ordenó el traslado de los heridos a Bangkok cuando los hospitales locales estaban desbordados. Finalmente, destacó el desafío de recuperar e identificar a los miles de desaparecidos, una tarea que pesaba enormemente sobre la nación. Un aspecto intrigante de la respuesta de Thaksin fue su decisión de rechazar la ayuda financiera de todo el mundo. "No quería que Tailandia fuera vista pidiendo dinero", explicó. En cambio, dio la bienvenida a la asistencia técnica, fomentando un entorno internacional colaborativo que obtuvo respeto y apoyo de otras naciones, incluida India, que siguió el ejemplo de Tailandia con un enfoque similar. En medio de la agitación, momentos personales marcaron las profundidades de la crisis. Thaksin recordó la urgencia que sintió al enterarse de que Khun Poom Jensen, un miembro de la familia real tailandesa, estaba desaparecido. Esta realización añadió una capa de complejidad a la respuesta, ya que la nación lidiaba no solo con las consecuencias generales, sino también con la preocupación creciente por un miembro de la familia real. A medida que se desarrollaba la fase de recuperación, Thaksin enfrentó desafíos significativos, particularmente en la restauración de servicios básicos como electricidad y comunicación. En un mes, se establecieron sistemas temporales y el gobierno comenzó a implementar planes de recuperación a largo plazo, incluidos préstamos blandos para las empresas afectadas e inversiones en infraestructura. Notablemente, al final del año, muchos aspectos de la normalidad habían regresado, aunque el sector turístico sentía los efectos persistentes del desastre. Reflexionando sobre el cambiante panorama de los desastres naturales, Thaksin expresó su preocupación por los desafíos ambientales actuales. Señaló el alarmante aumento de fenómenos como las "bombas de lluvia", que han intensificado las lluvias en ciertas áreas, llevando a inundaciones sin precedentes. Thaksin subrayó la importancia de la preparación y sugirió el potencial de que la inteligencia artificial juegue un papel en la predicción y gestión de futuras crisis relacionadas con el clima. A medida que Tailandia conmemora el 20.º aniversario del tsunami, las ideas de Thaksin sirven como un poderoso recordatorio de la resiliencia y adaptabilidad requeridas frente al desastre, así como de la necesidad crítica de coordinación, tanto a nivel nacional como internacional, en la gestión de tales crisis. Las lecciones aprendidas de aquel fatídico día continúan dando forma al enfoque de la nación hacia la gestión y recuperación de desastres, enfatizando que, aunque la furia de la naturaleza está más allá de nuestro control, nuestra respuesta puede optimizarse a través de la colaboración y la innovación.

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