Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un trágico evento que ha enviado ondas de choque tanto a Vanuatu como a Tailandia, se ha confirmado la muerte de un ciudadano tailandés y tres personas más resultaron heridas tras un potente terremoto de magnitud 7.3 que sacudió a la nación del Pacífico Sur a principios de esta semana. El terremoto, que ocurrió el 17 de diciembre, tuvo su epicentro aproximadamente a 30 kilómetros de Port Vila, la capital de Vanuatu, y fue seguido por una fuerte réplica de 5.5 en la escala de Richter. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Tailandia anunció la desafortunada noticia, expresando sus más sentidas condolencias por la pérdida de vidas y confirmando que los heridos, afortunadamente, solo sufrieron lesiones leves y se encuentran en proceso de recuperación. Nigorndate Palangkul, Director General del Departamento de Información y Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, transmitió las condolencias del ministerio a la familia del fallecido y aseguró al público que la Embajada Real de Tailandia en Canberra está en contacto activo con las autoridades locales para ayudar tanto a las víctimas como a la comunidad tailandesa afectada por esta tragedia. El terremoto causó una destrucción considerable, dañando numerosos edificios e infraestructuras, y provocando deslizamientos de tierra que han complicado los esfuerzos de rescate. El Aeropuerto Internacional de Port Vila ha sido cerrado temporalmente debido a daños en su pista. La Embajada Real de Tailandia está en contacto con la comunidad tailandesa local en Vanuatu, que cuenta con aproximadamente 40 miembros, aunque varios ya habían regresado a Tailandia para las vacaciones de fin de año. Las autoridades informan que los residentes restantes tienen acceso adecuado a suministros esenciales como alimentos y agua. En respuesta a la catástrofe, Vanuatu ha declarado un estado de emergencia. Los informes iniciales indicaron un saldo de nueve muertos, pero esta cifra ha sido revisada para reflejar los esfuerzos de búsqueda y rescate en curso, con funcionarios anticipando que el número podría aumentar a medida que más víctimas puedan estar atrapadas bajo los escombros de los edificios colapsados. Aproximadamente 200 personas han recibido tratamiento médico por las lesiones sufridas durante el terremoto. Katie Greenwood, la jefa de la Federación Internacional de la Cruz Roja para Asia-Pacífico, enfatizó la incertidumbre que rodea el número de personas desaparecidas y víctimas, señalando que la información desde el terreno sugiere una probabilidad de un aumento en el número de fallecidos. El principal centro médico de la capital, el Hospital Central de Vila, sufrió daños significativos durante el terremoto, lo que obligó a reubicar a los pacientes en un campamento militar. Esto ha planteado desafíos adicionales a un sistema de salud ya sobrecargado. A medida que la situación se desarrolla, las autoridades tanto en Tailandia como en Vanuatu están movilizando recursos y apoyo para responder a esta catástrofe, subrayando la necesidad de esfuerzos coordinados en la gestión de emergencias y la asistencia humanitaria tras tales desastres. El gobierno tailandés se mantiene comprometido a proporcionar ayuda y apoyo a sus ciudadanos afectados por el terremoto, mientras las embajadas y agencias locales trabajan sin descanso para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los involucrados.