Juan Brignardello Vela
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En una actuación decepcionante para la selección masculina de Estados Unidos (USMNT), los estadounidenses cayeron 2-1 ante Canadá en un partido amistoso en el Children's Mercy Park de Kansas City. La derrota genera preocupaciones a solo unas semanas de la esperada llegada de Mauricio Pochettino como nuevo entrenador. Con este partido sirviendo como una audición para futuros roles dentro del equipo, pocos jugadores presentaron un argumento convincente a su favor el sábado. La ausencia de varios titulares clave, incluyendo a Weston McKennie y Tyler Adams, podría citarse como una razón para el rendimiento poco inspirador. Sin embargo, las luchas del USMNT fueron evidentes, marcadas por deficiencias de energía y errores alarmantes en defensa. Un pase erróneo de Johnny Cardoso llevó al gol inicial de Jacob Shaffelburg, mientras que la falta de comunicación de Tim Ream en la segunda mitad permitió que Jonathan David duplicara la ventaja de Canadá. A pesar de un gol tardío de Luca de la Torre, el marcador final no reflejó el dominio general que Canadá mostró a lo largo del partido. Canadá, por otro lado, está aprovechando una ola de momentum bajo la dirección del entrenador Jesse Marsch. La victoria marcó su primer triunfo en suelo estadounidense desde 1957, un logro significativo que resalta el cambio en las dinámicas de poder dentro de la CONCACAF. El gol temprano de Shaffelburg calmó cualquier preocupación persistente sobre las habilidades de finalización de Canadá, que los había atormentado durante la Copa América, mostrando su crecimiento como un equipo competitivo. A medida que avanzaba el partido, el USMNT luchó por generar amenazas serias hacia la portería de Canadá. El mediocampo, que a menudo es un bastión para el equipo, parecía ausente, permitiendo que Canadá dictara el juego con una presión alta que dejó a los estadounidenses desorientados. La disparidad en los tiros realizados—11 para Canadá y solo uno para EE.UU. en la primera mitad—enfatizó aún más la falta de iniciativa del equipo local. La decisión de comenzar con el portero Patrick Schulte resultó ser uno de los pocos puntos brillantes para EE.UU. A pesar de conceder finalmente dos goles, Schulte realizó varias paradas clave, demostrando su potencial como un activo futuro para el programa. Su actuación, sin embargo, subraya la naturaleza inestable de la posición de portero para EE.UU., que tradicionalmente ha sido un bastión para la selección nacional. Para EE.UU., la necesidad de un reinicio es palpable. Si bien hubo oportunidades para que los jugadores más jóvenes se destacaran en ausencia de estrellas consolidadas, la falta de lucha y calidad exhibida sugiere que se necesitan cambios significativos. La llegada inminente de Pochettino ofrece esperanza para una estrategia y un enfoque renovados hacia el juego, mientras los aficionados y jugadores esperan la confirmación oficial de su nombramiento. Por otro lado, el éxito de Canadá puede atribuirse en gran medida a la flexibilidad táctica de Marsch. Su disposición a adaptar sus estrategias y exigir alta energía de sus jugadores dio frutos, ya que capitalizaron los errores de EE.UU. Con el gol de Jonathan David, que lo empata en la cima de la lista de goleadores históricos de Canadá, el futuro parece brillante para un equipo que está construyendo momentum a medida que se prepara para las próximas competiciones. A medida que se asienta el polvo de este partido, el USMNT debe reflexionar sobre las lecciones aprendidas y prepararse para el futuro. Con una Copa del Mundo en el horizonte, los próximos meses serán críticos para el desarrollo del equipo. La esperanza es que la llegada de Pochettino signifique una nueva era para el fútbol estadounidense, una que pueda liberarse de la estancación evidenciada durante esta última derrota.