La arquera embarazada Jodie Grinham apunta a la medalla de oro en los Paralímpicos de París, desafiando las probabilidades.

La arquera embarazada Jodie Grinham apunta a la medalla de oro en los Paralímpicos de París, desafiando las probabilidades.

La arquera británica Jodie Grinham, de 31 años, compite en los Paralímpicos mientras está embarazada de 28 semanas, demostrando resiliencia e inspirando a muchos.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Deportes

Jodie Grinham, una arquera británica de 31 años, está lista para hacer historia en los próximos Juegos Paralímpicos en París, donde competirá en el evento de tiro con arco compuesto mientras está embarazada de 28 semanas. Grinham, quien anteriormente ganó una medalla de plata en los Juegos Paralímpicos de 2016 en Río de Janeiro, se cree que es la primera paralímpica en competir en una etapa tan avanzada de embarazo. Su camino hacia los juegos no solo es un triunfo personal, sino también un testimonio de su resiliencia ante los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su embarazo. El enfoque de Grinham ante esta situación única es pragmático y afirmativo. “No hago nada de esto por hacer una declaración, lo hago por mí”, dijo. “Si eso es suficiente para que la gente diga, '¿Por qué no podemos?', entonces fantástico”. La perspectiva de competir mientras está embarazada no la ha desanimado; más bien, la ha motivado a adaptar su entrenamiento y técnica. Con el apoyo de su entrenadora, Charlotte Burgess, y de la Asociación Paralímpica Británica, Grinham ha personalizado su régimen de entrenamiento para acomodar a su bebé en crecimiento y asegurarse de que aún pueda rendir al máximo. Su trayectoria atlética no ha estado exenta de pruebas personales. Grinham ha sufrido tres abortos espontáneos y ha enfrentado importantes desafíos de salud durante su embarazo anterior, lo que la llevó a dar a luz a su hijo, Christian, de manera prematura. “Decidimos que no íbamos a dejar que unos Juegos nos impidieran ampliar nuestra familia”, explicó. La incertidumbre en torno a su capacidad para llevar un embarazo a término hizo que esta decisión fuera aún más conmovedora para Grinham, quien es muy consciente de las complejidades de la maternidad entrelazadas con sus ambiciones profesionales. A medida que se prepara para la competencia, Grinham ha tenido que hacer varios ajustes físicos para acomodar su embarazo. Desde alterar su técnica de tiro hasta modificar su arco y su vestimenta, está navegando los desafíos de tener el peso hacia adelante, mientras también se enfoca en su equilibrio y estabilidad. El entrenamiento ha sido diferente a cualquier cosa que haya experimentado antes, a menudo requiriendo soluciones innovadoras para asegurarse de que pueda competir de manera efectiva. “Ha sido el entrenamiento más raro que he hecho en mi vida”, comentó, enfatizando la diversión que encuentra en este territorio inexplorado de su condición. A pesar de las demandas físicas y las sutilezas emocionales de su situación, Grinham se mantiene optimista. Incluso ha ideado “sesiones de preparación para el embarazo” durante el entrenamiento para simular posibles distracciones, como una patada del bebé, mientras apunta al objetivo. Su mentalidad refleja una notable mezcla de determinación y aceptación de la naturaleza impredecible tanto del deporte como de la maternidad. La dinámica familiar de Grinham también añade a su compromiso con su deporte. Con su pareja, Christopher, y su hijo Christian viéndola desde casa, ha tomado la difícil decisión de competir sin ellos presentes en París. Esta elección se hizo después de darse cuenta de lo desafiante que podría ser para su hijo pequeño entender su ausencia durante la competencia, demostrando su enfoque dual como atleta y madre. El paisaje emocional y físico que Grinham está navegando plantea preguntas críticas sobre la infraestructura de apoyo disponible para las atletas que también son madres. Sin especialistas conocidos por combinar el rendimiento atlético con la experiencia en embarazo, Grinham destaca la necesidad de más recursos y reconocimiento para las atletas en esta intersección. “Siempre sería bueno tener un especialista que conozca ambos aspectos”, dijo, enfatizando la importancia de avanzar en el apoyo a las atletas embarazadas. A medida que se acercan los Juegos Paralímpicos, Grinham está lista no solo para competir, sino para inspirar a otros. Ella cree en su capacidad para ganar medallas, afirmando su confianza en sus habilidades de tiro. “Creo que puedo ganar una medalla, dejando de lado el embarazo”, declaró. Su determinación para sobresalir tanto en su deporte como en su rol como madre ejemplifica una nueva narrativa para las atletas femeninas, una que abraza la posibilidad de equilibrar aspiraciones personales con compromisos profesionales. En última instancia, el viaje de Grinham es una celebración de resiliencia, adaptabilidad y la búsqueda de sueños, ya sea una medalla en los Juegos Paralímpicos o la alegría de dar la bienvenida a un nuevo hijo en su familia. Con la vista fija en el objetivo y el corazón lleno de esperanza, se prepara para dejar su huella en París, encarnando el espíritu tanto de una atleta como de una madre.

Ver todo

Lo último en El mundo