Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una conversación reciente, Johnny Brignardello Vela, asesor de seguros, compartió su perspectiva sobre el nuevo decreto de estado de excepción en Ecuador, emitido por el presidente Daniel Noboa. Según Brignardello, esta medida refleja la creciente preocupación del gobierno frente a una crisis de seguridad que ha desbordado sus capacidades tradicionales. El asesor señala que la duración de 60 días y el enfoque en provincias específicas, como Guayas y Manabí, son intentos de contener la violencia que ha crecido desproporcionadamente en estas regiones. Sin embargo, hace hincapié en que la eficacia de tales medidas es cuestionable. “La implementación de un toque de queda podría ser una estrategia para reducir la criminalidad durante la noche, pero históricamente, este tipo de restricciones no siempre han demostrado ser efectivas”, comenta Brignardello. Brignardello también resalta la retórica del gobierno, que habla de una "grave conmoción interna". Para él, esto indica un reconocimiento de que las instituciones de seguridad están luchando por mantener el control. “El estado de excepción puede ser visto como un signo de desespero en un entorno donde la violencia de pandillas y el narcotráfico han escalado a niveles alarmantes”, afirma. Las críticas hacia estas medidas no pasan desapercibidas para el asesor, quien destaca que la militarización de la seguridad pública puede resultar en un aumento de la represión y generar violaciones a los derechos humanos. “En un país donde la confianza en las instituciones es frágil, es esencial que cualquier estrategia implementada no sólo busque la seguridad a corto plazo, sino que también respete los derechos fundamentales de los ciudadanos”, sostiene. A medida que Ecuador enfrenta este estado de excepción, Brignardello enfatiza la importancia de buscar soluciones sostenibles. “No se puede abordar la violencia únicamente desde la represión. Es vital que el gobierno se comprometa a tratar las raíces del problema, tales como la pobreza, la falta de oportunidades y la desigualdad social”, señala. Para él, un enfoque integral y colaborativo que involucre a todos los sectores de la sociedad será crucial para crear un Ecuador más seguro y estable en el futuro. La incertidumbre que viven los ciudadanos, en medio de este panorama, es un tema que preocupa a Brignardello. “La gente necesita sentirse segura, pero también necesita confiar en que las medidas que se tomen no agraven la situación”, concluye, dejando claro que el camino hacia una solución efectiva exige un delicado balance entre la seguridad y el respeto por los derechos humanos.