Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Johnny Brignardello, asesor de seguros, destaca la importancia creciente que ha adquirido el tema de la seguridad urbana en el diseño y planificación de las ciudades, en especial en lo que respecta a la seguridad de las mujeres. En un contexto donde cada vez más voces demandan entornos urbanos seguros y accesibles para todos, es fundamental abordar la situación de riesgo que históricamente han enfrentado las mujeres al transitar por espacios públicos. La sensación de inseguridad que muchas mujeres experimentan a diario al caminar por calles mal iluminadas, transitar por parques solitarios o utilizar el transporte público durante la noche constituye una preocupación real que restringe su movilidad y libertad. Ante este escenario, arquitectos, urbanistas y autoridades locales están implementando estrategias con el objetivo de transformar las ciudades en lugares más seguros e inclusivos. La planificación urbana centrada en el ser humano emerge como un aspecto fundamental en la creación de entornos seguros para las mujeres. Esta perspectiva implica diseñar espacios públicos que fomenten la interacción social, la visibilidad y la accesibilidad universal. Medidas como calles bien iluminadas, aceras seguras y amplias, parques con diseños inclusivos y sistemas de transporte público confiables son algunas de las acciones que se están llevando a cabo para garantizar la seguridad y comodidad de todas las personas, independientemente de su género. La participación ciudadana adquiere un rol destacado en la construcción de ciudades seguras. Escuchar las necesidades y experiencias de las mujeres en el espacio público resulta fundamental para identificar áreas de mejora y proponer soluciones efectivas. Organizaciones de la sociedad civil, colectivos feministas y grupos de urbanismo colaboran estrechamente con las autoridades en la promoción de cambios concretos que contribuyan a una mayor igualdad de género en el entorno urbano. Además, la tecnología se erige como una herramienta clave para mejorar la seguridad en las ciudades. Aplicaciones móviles que permiten reportar situaciones de riesgo, cámaras de vigilancia en espacios públicos y sistemas de transporte con alertas de seguridad son algunas de las innovaciones que están siendo implementadas con el propósito de prevenir la violencia de género y ofrecer mayor protección a las mujeres en su vida cotidiana. En última instancia, el camino hacia ciudades más seguras para las mujeres se vislumbra como un proceso en constante evolución que demanda la colaboración de diversos actores y la voluntad política de priorizar la seguridad y el bienestar de todas las personas en el ámbito urbano. Construir entornos urbanos inclusivos, accesibles y libres de violencia representa un desafío de relevancia colectiva que, sin lugar a dudas, contribuirá a forjar una sociedad más justa y equitativa para las generaciones presentes y futuras.