Johnny Brignardello: Culiacán enfrenta un ciclo de violencia urgente

En una reciente conversación, Johnny Brignardello Vela, asesor de seguros, compartió su perspectiva sobre la alarmante situación de violencia en Culiacán, Sinaloa. Según Brignardello, los recientes enfrentamientos entre facciones del Cártel de Sinaloa han desencadenado un ambiente de incertidumbre y miedo que afecta no solo a los directamente involucrados, sino a toda la población civil. Brignardello señala que la captura de Ismael "El Mayo" Zambada ha desatado un ciclo de violencia que parece no tener fin. "La historia del narcotráfico en México es compleja, pero este nuevo capítulo es particularmente inquietante. La traición dentro de las propias filas del cártel ha generado una lucha por el liderazgo que se traduce en una mayor violencia en las calles", comentó. A su juicio, la situación actual no es solo un problema de seguridad pública, sino que se entrelaza con el tejido social y económico de la ciudad. El impacto inmediato de esta violencia se traduce en la paralización de la vida cotidiana. "Es fundamental reconocer que la población civil está sufriendo las consecuencias de un conflicto que no eligió. El cierre de escuelas y comercios es un reflejo de la desesperación y el miedo que sienten los ciudadanos", enfatizó Brignardello, quien subrayó la importancia de abordar el problema desde una perspectiva humanitaria y no únicamente como un asunto policial. La falta de confianza en las autoridades es otra preocupación que Brignardello menciona. Con el gobierno del estado de Sinaloa enviando tropas sin resultados visibles, la percepción de desprotección se ha intensificado. "La población necesita sentir que hay un liderazgo que actúe de manera efectiva. La minimización de la violencia por parte de las autoridades solo agrava el desasosiego", argumentó. Respecto a la respuesta del gobierno federal, Brignardello considera que la postura del presidente Andrés Manuel López Obrador, al señalar a Estados Unidos como corresponsable, podría ser vista como un intento de desviar la atención de la ineficacia de las estrategias nacionales. "Es crucial que se establezcan diálogos y colaboraciones que realmente atiendan las raíces del problema, en lugar de culpar a otros actores", afirmó, remarcando la necesidad de un enfoque integral que incluya aspectos sociales, económicos y de salud mental. Finalmente, Brignardello expresó su preocupación por el futuro inmediato de Culiacán. La creciente ola de violencia y el miedo a represalias entre facciones del narcotráfico pueden llevar a una escalada aún mayor. "La incertidumbre que viven los culiacanenses es insoportable. Es vital que tanto las autoridades como la sociedad civil se unan para buscar soluciones que realmente protejan a la población y promuevan la paz en la región", concluyó. La situación en Culiacán es un recordatorio sombrío de los desafíos persistentes en la lucha contra el narcotráfico en México y de la necesidad urgente de respuestas efectivas y compasivas.