Fallece Jocelyn Wildenstein, la icónica 'Catwoman' suiza a los 84 años

Fallece Jocelyn Wildenstein, la icónica 'Catwoman' suiza a los 84 años

Jocelyn Wildenstein, la 'Catwoman' suiza, falleció a los 84 años, dejando un legado sobre la obsesión por la belleza y la cirugía estética.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Jocelyn Wildenstein, conocida popularmente como la 'Catwoman' suiza, ha fallecido a los 84 años de edad, tal como confirmó su pareja, Lloyd Klein, a la revista 'People'. Su muerte, que ocurrió mientras dormía el pasado 31 de diciembre, marca el fin de una vida que estuvo marcada tanto por su estética radical como por su tumultuosa vida personal. Jocelyn, nacida Jocelyne Périsset en Lausana, Suiza, en 1940, se convirtió en un ícono de la cultura pop gracias a sus transformaciones quirúrgicas. Wildenstein se mudó a Estados Unidos en la década de 1970, donde comenzó su relación con Alec N. Wildenstein, un multimillonario comerciante de arte. Juntos, tuvieron dos hijos, Diane y Alec Jr. Sin embargo, fue su separación en 1999 lo que la catapultó al estrellato mediático. El divorcio, que se finalizó en 2001, fue uno de los más caros de la historia, con un acuerdo que incluyó un pago de $2.500 millones y un mantenimiento anual de $100 millones para Jocelyn. La atención mediática que recibió durante su divorcio no solo se centró en los aspectos financieros, sino también en su apariencia. Los tabloides la apodaron "La novia de Wildenstein", en una clara referencia a "La novia de Frankenstein", y "Catwoman", en alusión a la famosa villana de DC Comics. Su rostro, que había sido objeto de múltiples cirugías plásticas, se convirtió en un símbolo de los extremos a los que algunas personas están dispuestas a llegar en nombre de la belleza. A lo largo de los años, Jocelyn afirmó que sus decisiones quirúrgicas estaban motivadas por el deseo de complacer a su entonces esposo, quien supuestamente "odiaba estar con gente mayor". Su declaración revela la presión que muchas mujeres sienten respecto a la estética y la juventud en la sociedad contemporánea. Se sometió a numerosos procedimientos, que incluían blefaroplastias, liposucciones, remodelaciones faciales y diversas inyecciones. Sin embargo, a pesar de su apariencia transformada, Jocelyn siempre negó que su look felino fuera resultado de la cirugía plástica. Esta contradicción resuena con quienes han criticado la obsesión por la belleza en la cultura actual, donde la estética puede a menudo eclipsar las identidades y vidas reales de las personas. A lo largo de su vida, Wildenstein se mantuvo en el ojo público, no solo por su transformación, sino también por su estilo de vida extravagante y su enfoque poco convencional sobre la vida. Era conocida por asistir a eventos sociales de alto perfil y por su relación con diversas figuras del entretenimiento y la sociedad. Además de su vida personal, Jocelyn también fue un símbolo de la creciente influencia de la cirugía estética en la cultura popular. Su caso ha sido objeto de debates sobre los límites de la modificación corporal y el impacto que puede tener en la salud mental y la autoestima de las personas. Su fallecimiento ha sido un momento de reflexión para muchos. La vida de Wildenstein, marcada por su búsqueda de la juventud y la belleza, plantea preguntas sobre los estándares sociales que perpetúan la presión sobre las mujeres para que se ajusten a ideales poco realistas. La partida de Jocelyn Wildenstein no solo cierra un capítulo en la vida de una mujer que desafió las normas de belleza, sino que también invita a una conversación más amplia sobre la identidad, la percepción y la aceptación en un mundo que a menudo valora la apariencia por encima de la autenticidad. Su legado, aunque controvertido, permanecerá como un recordatorio de la complejidad de la belleza y el amor propio en una sociedad en constante cambio.

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