Estudios de Pilates Exclusivos: Desenredando el Hype Detrás de la Tendencia de Fitness Elite en Nueva York

Estudios de Pilates Exclusivos: Desenredando el Hype Detrás de la Tendencia de Fitness Elite en Nueva York

Los estudios de Pilates exclusivos en Nueva York ofrecen experiencias personalizadas y un fuerte ambiente comunitario, lo que plantea interrogantes sobre su verdadero valor en el fitness.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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En una era en la que el fitness se ha convertido tanto en comunidad como en salud personal, el Pilates ha surgido como un líder, especialmente entre la élite de las celebridades. Estos estudios exclusivos, solo con invitación, se están convirtiendo en los nuevos santuarios de fitness para aquellos que buscan mejorar su experiencia de entrenamiento mientras socializan con los más destacados del mundo del bienestar. Pero la pregunta sigue en pie: ¿son estas clases tan solicitadas realmente dignas del bombo publicitario, o son simplemente un truco para la exclusividad? Emprendí un viaje de una semana a través de algunos de los estudios de Pilates más codiciados de Nueva York, con el objetivo de descubrir la verdad detrás del atractivo de estas clases solo por referencia. La primera parada en mi peregrinación de Pilates fue Forma Pilates, un estudio que ha ganado reputación como uno de los más caros de la ciudad. Fundado por Liana Levi, la política de referencia exclusiva de Forma surgió de su deseo de crear una experiencia personalizada e íntima para sus clientes. Al entrar en la ubicación de Soho, me encontré con una clase llena de mujeres impecablemente vestidas con conjuntos de entrenamiento a juego, subrayando la atmósfera chic del estudio. Bajo la guía de nuestra instructora Suzanne, la rutina era familiar: abdominales con balón de estabilidad, picos en silla, lunges, pero fue la agotadora repetición lo que hizo que esta clase se diferenciara. A pesar de haber practicado Pilates durante casi una década, me encontré desafiada de nuevas maneras, saliendo del estudio con una profunda sensación de logro y algunos músculos adoloridos. Al día siguiente, me aventuré unas cuadras más abajo a TERA, un club de Pilates fundado por Georgia Murphy. Desde el momento en que entré, la atmósfera se sentía más parecida a un salón de lujo que a un estudio de fitness. La visión de Murphy era crear una experiencia única, y su atención al detalle fue evidente a lo largo de la sesión. Inicialmente, pensé que tenía la clase bajo control, solo para ser rápidamente humillada por un ejercicio de coordinación desafiante que llevó mis límites al extremo. Lo que más me impresionó fue el fuerte sentido de comunidad entre los participantes, resonando con la creencia de Murphy de que el Pilates debería fomentar conexiones más allá del fitness físico. A continuación, me encontré en Boa Pilates, un encantador estudio dirigido por Chelsea DeLay. Con solo tres máquinas reformadoras, el ambiente íntimo creó una dinámica personalizada entre la instructora y el cliente. El enfoque de DeLay para la instrucción fue tanto práctico como perspicaz, permitiéndome experimentar los beneficios inmediatos de sus indicaciones. La sesión estuvo llena de movimientos funcionales que se sentían muy alejados de las clases de Pilates estándar que había encontrado en otros lugares. El compromiso de DeLay con mantener la integridad de su estudio era palpable y profundamente apreciado. A medida que avanzaba la semana, me dirigí a Flatiron Pilates para una sesión privada con Amy Nelms, una favorita entre las estrellas. El agudo ojo de Nelms para los detalles le permitió abordar mis desalineaciones físicas con precisión. Nuestra sesión se sintió como una combinación de terapia física y Pilates, destacando cómo la atención individualizada podría transformar mi comprensión del movimiento. Al final, me sentí revitalizada y ansiosa por continuar mi viaje de Pilates bajo su experta guía. Reflexionando sobre mi semana de sesiones exclusivas de Pilates, concluí que el modelo solo por referencia ofrece, de hecho, una ventaja distintiva. Cada estudio, con su atmósfera cuidadosamente curada y su enfoque personalizado, permitió una exploración más profunda de mis capacidades físicas. El enfoque en la comunidad y el apoyo entre los clientes añadió una dimensión que a menudo falta en entornos de fitness más convencionales. Al final, si estas clases solo con invitación están justificadas o no depende de las preferencias y objetivos personales. Si buscas una experiencia de Pilates más íntima y desafiante, la exclusividad podría valer la pena. Mi semana con estos increíbles instructores no solo me dejó más fuerte físicamente, sino también más consciente de las sutilezas que pueden elevar un entrenamiento de lo ordinario a lo extraordinario. Y aunque mis músculos aún puedan estar protestando, las ideas adquiridas durante mi semana en la sociedad secreta del Pilates solo por invitación son las que llevaré adelante en mi viaje de fitness.

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