Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El jueves, J.J. Redick, el recién nombrado entrenador en jefe de los Los Angeles Lakers, compartió su perspectiva sobre la alarmante caída en las audiencias de la NBA. Con la audiencia en ESPN disminuyendo un asombroso veintiocho por ciento en comparación con el año pasado, y una caída del diecinueve por ciento en todas las cadenas, la situación ha encendido una ola de preocupación entre los entusiastas del baloncesto. El telón de fondo de este descenso es particularmente impactante dado el reciente acuerdo de derechos por setenta y seis mil millones de dólares firmado por la liga y sus socios de transmisión. A medida que circulan diversas teorías sobre la causa de esta caída—que van desde el auge de los servicios de streaming hasta la percepción de falta de esfuerzo de los jugadores estrella, lesiones e incluso la dirección de la liga hacia un juego más global—Redick mantuvo un punto de vista más optimista. Sugerió que el problema radica no en el juego en sí, sino en cómo se comunica a los aficionados. Reconociendo el ruido de las redes sociales, enfatizó el impacto perjudicial de las narrativas negativas que rodean a la NBA. "Si soy un aficionado casual y me dices cada vez que enciendo la televisión que el producto es malo, bueno, no voy a ver el producto", declaró, destacando una desconexión crucial entre la representación del deporte y su calidad real. Las ideas de Redick llegan después de una carrera inmersa en el baloncesto, primero como jugador y ahora como comentarista y entrenador. Su reciente incursión en la dirección es notable, especialmente considerando su limitada experiencia previa, que consistió en ser voluntario como entrenador de un equipo de niños de cuarto grado. Sin embargo, muchos ven esta transición como una evolución natural para Redick, dada su enfoque analítico del juego y su respeto dentro de la comunidad del baloncesto, particularmente de superestrellas como LeBron James. Los Lakers, una de las franquicias más legendarias de la NBA, han experimentado una historia reciente tumultuosa marcada por la inconsistencia y la decepción. Después de ganar el campeonato en 2020, el equipo no ha logrado encontrar estabilidad, pasando por varios entrenadores y luchando con los niveles de rendimiento. Su temporada actual comenzó con promesas, destacada por un sólido récord de 10-4 y actuaciones individuales impresionantes, incluyendo el promedio cercano a un triple-doble de James. Sin embargo, el equipo pronto enfrentó una caída significativa, perdiendo siete de nueve partidos, lo que generó preguntas sobre su cohesión y estrategia. Sin embargo, al estilo clásico de los Lakers, la historia ha dado un giro. Tras un breve respiro para descansar y recuperarse, incluyendo un tiempo libre para el envejecido James, el equipo ha mostrado signos de revitalización. Con una mejor comunicación en la cancha y una renovada intensidad de James, los Lakers han repuntado, ganando cuatro de sus últimos cinco partidos y mostrando una defensa encomiable. La narrativa en curso que rodea a los Lakers refleja una historia más amplia sobre la NBA en sí. Los aficionados sintonizan por diversas razones: debate, estrategia, la emoción de la competencia y el espectáculo del atletismo. Sin embargo, como señaló Redick, la conexión entre las tramas clave—como la ilustre carrera de LeBron James y el incipiente viaje de su hijo Bronny—puede a veces sentirse forzada o desconectada del momento presente. A medida que avanza la temporada, el viaje de los Lakers seguirá cautivando a las audiencias. Ya sea por la potente mezcla de un jugador legendario que se acerca al final de su carrera y una nueva generación de talento, o por el fluctuante éxito de un equipo que busca su identidad, los Lakers siguen siendo un tema de discusión fascinante dentro de la liga. En última instancia, el desafío radica en crear una narrativa que resuene, tanto dentro como fuera de la cancha, y que anime a los aficionados a involucrarse con el juego en lugar de alejarse de él. El llamado de Redick por una mejor narración dentro de la NBA es un recordatorio de que, aunque el producto puede tener altibajos, el potencial para la grandeza—tanto en talento individual como en dinámicas de equipo—sigue existiendo dentro del legado histórico de los Los Angeles Lakers.