Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El aumento alarmante en la confiscación de "pistolas fantasma" en la ciudad de Nueva York, con un incremento del 154% en comparación con años anteriores, ha encendido las luces de alarma entre las autoridades y la comunidad. Hasta principios de diciembre de 2024, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) ha decomisado 382 de estas armas ilegales, que son cada vez más utilizadas en una variedad de delitos. Este fenómeno coincide con el trágico asesinato del ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, quien fue tiroteado en un incidente que ha llevado a la detención de Luigi Mangione, un graduado de una universidad de la Ivy League. Las "pistolas fantasma" son armas que carecen de un número de serie, lo que las hace extremadamente difíciles de rastrear. Se han convertido en un problema cada vez más significativo en la ciudad, un desarrollo que ha sido confirmado por las cifras proporcionadas por la alcaldía. En 2017, solo se decomisaron 18 de estas armas, mientras que en 2022 esa cifra se disparó a más de 430, lo que representa un aumento monumental en el uso y fabricación de estas armas. El hecho de que las piezas para construir estas armas se puedan adquirir fácilmente en línea y ensamblar en cuestión de minutos ha facilitado su proliferación. Sin necesidad de una licencia ni de una verificación de antecedentes, cualquier persona puede crear su propia pistola fantasma con un kit que solo requiere herramientas básicas. Daryl McCormick, un agente de la ATF, subrayó la facilidad con la que estas armas pueden ser fabricadas, lo que ha puesto en jaque las estrategias de control de armas en la ciudad. La detención de Mangione en un restaurante McDonald's en Pensilvania, donde se le encontró en posesión de una de estas armas, ha puesto de relieve la gravedad del problema. La policía sospecha que el arma podría haber sido fabricada con una impresora 3D, lo que plantea más preguntas sobre la regulación y supervisión de la producción de armas en el país. Joseph Kenny, jefe de detectives del NYPD, ha indicado que se llevará a cabo un análisis balístico para determinar la procedencia del arma utilizada en el asesinato de Thompson. La violencia armada se ha vuelto una constante en las calles de Nueva York, afectando a ciudadanos inocentes en lugares inesperados como el transporte público. Recientemente, un joven recibió un disparo en un autobús lleno de pasajeros, lo que subraya la urgencia de la situación. La ciudad parece estar atrapada en un ciclo de violencia en el que los enfrentamientos entre pandillas se traducen en más víctimas, muchas de las cuales no son los objetivos de los ataques. Las autoridades han intensificado sus esfuerzos para combatir la violencia de pandillas, lo que ha resultado en una serie de arrestos y redadas en las que se han detenido a numerosos individuos vinculados a actividades delictivas. La policía ha señalado que muchos de estos delitos están relacionados con disputas territoriales, lo que complica aún más la tarea de contener la violencia armada en la ciudad. El uso de las redes sociales por parte de los delincuentes para alardear sobre sus crímenes ha contribuido a la creación de un ambiente de impunidad. Este fenómeno no solo ha permitido a la policía identificar a los sospechosos, sino que también ha despertado una preocupación generalizada en la comunidad sobre la seguridad pública. En respuesta a este aumento de la violencia armada y la proliferación de armas de fabricación casera, los legisladores están considerando medidas más estrictas para controlar la venta y la posesión de estas armas. Sin embargo, la implementación de leyes efectivas que aborden esta problemática se enfrenta a desafíos significativos, tanto en el ámbito político como en el social. Mientras tanto, la comunidad sigue buscando respuestas y soluciones para un problema que parece estar fuera de control. La creciente preocupación por la seguridad pública ha llevado a un clamor por acciones más decisivas por parte de las autoridades, quienes tienen la responsabilidad de proteger a los ciudadanos de una violencia que, hasta hace poco, parecía lejana en una ciudad tan emblemática como Nueva York.