Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El reciente tiroteo del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, ha puesto de relieve el alarmante aumento de las armas impresas en 3D, a menudo denominadas "armas fantasma" debido a la falta de números de serie y características identificables. Se informa que el agresor en este caso de alto perfil utilizó tal arma, lo que ha provocado nuevas discusiones sobre las implicaciones de la tecnología de impresión 3D en el ámbito de las armas de fuego. Este incidente no es aislado; refleja una tendencia preocupante que ha visto un aumento en el uso de armas impresas en 3D en actividades delictivas en todo el mundo. Según informes de las fuerzas del orden, la proliferación de estas armas de fuego hechas en casa o parcialmente fabricadas ha aumentado drásticamente en los últimos años. En los Estados Unidos, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos informó de casi 38,000 armas fantasma sospechosas confiscadas entre 2017 y 2021, con un asombroso aumento en las armas fantasma rastreadas, que pasaron de poco más de 8,500 en 2020 a casi 19,300 en 2021. La situación ha empeorado, con el estado de Nueva York registrando un aumento de 100 armas fantasma confiscadas en 2019 a 637 en 2022. Las estadísticas subrayan no solo el aumento en el número de armas de fuego impresas en 3D, sino también la creciente urgencia para que las agencias de aplicación de la ley aborden esta amenaza en expansión. Solo en la primera mitad de 2023 se registraron 108 arrestos vinculados a armas impresas en 3D, un aumento significativo en comparación con todo 2022, lo que resalta un patrón que sugiere que estas armas se están convirtiendo en las herramientas preferidas de diversos elementos criminales, incluidos grupos extremistas y el crimen organizado. Las implicaciones de esta tendencia son alarmantes. Las armas de fuego impresas en 3D han sido vinculadas a varios grupos violentos, incluidos extremistas de extrema derecha, yihadistas y sindicatos del crimen organizado. Un análisis de 165 casos de armas de fuego impresas en 3D desde 2013 hasta mediados de 2024 reveló que el 15% estaban relacionados con el terrorismo, siendo los grupos de extrema derecha los infractores más frecuentes. Tales asociaciones suscitan serias preocupaciones sobre la seguridad pública y la efectividad de los marcos regulatorios actuales. En todo el mundo, los países están lidiando con cómo responder a los desafíos únicos que plantean las armas impresas en 3D. Mientras que algunas naciones, como Japón, mantienen leyes estrictas contra la producción no autorizada de armas de fuego, otras aún están poniéndose al día. Canadá recientemente instituyó una prohibición sobre las armas fantasma, mientras que Australia castiga severamente la posesión de planos que podrían facilitar la producción de armas impresas en 3D. La Unión Europea generalmente prohíbe las armas de fuego caseras, pero los enfoques legales varían según el país. El panorama legal en los Estados Unidos presenta su propio conjunto de complicaciones. Las Enmiendas Primera y Segunda de la Constitución ofrecen protecciones significativas en relación con la libertad de expresión y el derecho a portar armas, lo que complica los esfuerzos federales para regular las armas impresas en 3D. Las leyes actuales requieren que ciertos componentes de las armas de fuego, como el receptor inferior, tengan números de serie, pero existen lagunas que permiten a los individuos crear armas no rastreables para uso personal. Las pautas federales que están bajo revisión podrían endurecer estas restricciones, pero el resultado sigue siendo incierto. A medida que los estados intentan implementar sus propias regulaciones, ha surgido un mosaico de leyes en todo el país. Para noviembre de 2024, 15 estados habían establecido algún tipo de control sobre las armas fantasma, que van desde requisitos de números de serie hasta verificaciones de antecedentes obligatorias para la compra de componentes de armas de fuego. Sin embargo, los enfoques regulatorios mixtos destacan los desafíos de crear una estrategia cohesiva para combatir los peligros que plantean estas armas. La evolución continua de la tecnología de impresión 3D presenta un desafío significativo tanto para las fuerzas del orden como para los responsables de políticas. A medida que los criminales continúan explotando estos avances, la pregunta sigue siendo si los gobiernos pueden mantenerse al día con el paisaje rápidamente cambiante de la producción y distribución de armas de fuego. El trágico tiroteo de Brian Thompson sirve como un recordatorio contundente de la urgente necesidad de medidas integrales para abordar la amenaza de las armas impresas en 3D y garantizar la seguridad de las comunidades en todo el mundo.