Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un desarrollo impactante tras las recientes elecciones, grupos de milicias de extrema derecha están posicionándose activamente para desempeñar un papel en los planes de aplicación de la inmigración del presidente electo Donald J. Trump, particularmente en su ambiciosa propuesta de deportar a millones de inmigrantes indocumentados. William Teer, líder de los Texas Three Percenters, ha hecho un acercamiento directo a Trump, ofreciendo los servicios del grupo para ayudar en la ejecución de este controvertido plan. En una carta al presidente electo, Teer expresó la disposición de su organización para asistir a las fuerzas del orden locales y a los programas comunitarios para mejorar la seguridad y protección del estado. A pesar de la falta de una respuesta formal por parte del equipo de transición de Trump, y su afirmación de que cualquier esfuerzo de deportación dependería de recursos estatales y federales en lugar de milicias privadas, la disposición de grupos como los Three Percenters para ofrecer su ayuda pone de relieve una creciente intersección entre la agenda de inmigración de Trump y las organizaciones extremistas. Históricamente, estos grupos de milicias han participado en patrullas fronterizas autogestionadas, a menudo tomando la ley en sus propias manos en su búsqueda por mantener lo que consideran prácticas de inmigración legales. Las implicaciones de la participación de estos grupos generan preocupaciones significativas entre las organizaciones de defensa de inmigrantes y los expertos legales. La perspectiva de utilizar a miembros de milicias en operaciones de deportación añade capas de complejidad y plantea serios riesgos, incluyendo el potencial de violencia contra inmigrantes, como lo señaló Heidi Beirich del Proyecto Global Contra el Odio y el Extremismo. Ella advirtió que estos grupos operan fuera del marco legal que los agentes federales están obligados a seguir, cuestionando la autoridad bajo la cual podrían participar en tales operaciones. Este impulso por la colaboración no se limita a los Texas Three Percenters. Richard Mack, fundador de una coalición de alguaciles con afiliaciones de extrema derecha, ha sugerido públicamente que su participación podría agilizar el proceso de deportación, haciéndolo más efectivo y menos costoso. Otros grupos de milicias, ansiosos por contribuir, también han expresado sus intenciones en comunicaciones privadas, indicando un fuerte deseo de formar parte de la represión inmigratoria de Trump. El exfuncionario de inmigración Tom Homan ha insinuado la posible inclusión de personal no tradicional, revelando que numerosos jubilados de la Patrulla Fronteriza y del ejército están dispuestos a ofrecer sus servicios para asegurar la frontera bajo la administración de Trump. Sin embargo, los críticos destacan los costosos y logísticos desafíos asociados con la deportación de millones, sugiriendo que tales planes podrían requerir la contratación de un número sin precedentes de agentes de inmigración y podrían llevar a la disrupción de innumerables familias con estatus migratorio mixto. Los precedentes históricos de la participación de milicias en la aplicación de la ley fronteriza también generan alarma. Incidentes de violencia vinculados a grupos de vigilantes, como el trágico tiroteo por un líder de los Minutemen American Defense en 2011, ejemplifican los peligros potenciales de otorgar a estas organizaciones un papel en la aplicación de la ley. Las recientes acusaciones contra un miembro de una milicia en Tennessee demuestran aún más la naturaleza volátil de tales grupos y su disposición a participar en confrontaciones violentas. Teer, sin embargo, sostiene que su organización tiene como objetivo centrarse en la deportación de inmigrantes con antecedentes penales e insiste en que respetan los procesos legales de inmigración. Afirma que los Three Percenters pueden proporcionar mano de obra valiosa para ayudar a los agentes federales, citando su experiencia en la patrulla de la frontera. A medida que la administración de Trump se prepara para abordar el complejo desafío de la aplicación de la inmigración, el interés de las milicias de extrema derecha en contribuir a los esfuerzos de deportación señala un cambio en la dinámica de la política estadounidense, donde ideas que alguna vez fueron relegadas a los márgenes ganan tracción en los niveles más altos del gobierno. Las repercusiones de esta posible alianza podrían tener un impacto duradero tanto en la aplicación de la política de inmigración como en la seguridad de las comunidades inmigrantes en todo el país.