Carlos Canales enfrenta revocatoria en medio de críticas por inseguridad en Miraflores

Carlos Canales, alcalde de Miraflores, se enfrenta a un clima de incertidumbre y descontento que amenaza su gestión, marcada por un pedido de revocatoria impulsado por un sector de la población que menciona la inseguridad como su principal preocupación. Sin embargo, Canales sostiene que esta percepción es en gran medida el resultado de una cobertura mediática que no refleja la realidad del distrito. En sus declaraciones, el alcalde argumenta que el aumento en las denuncias de delitos no necesariamente indica un incremento real en la criminalidad, sino que puede estar influenciado por factores demográficos y el contexto particular de Miraflores. En su defensa, el burgomaestre señala que Miraflores, con una población fija de aproximadamente 100,000 habitantes y un flujo diario de más de 500,000 visitantes, presenta un volumen de denuncias que puede parecer alarmante en las estadísticas, pero que no se traduce directamente en un ambiente de inseguridad desbordante. Canales enfatiza que las cifras de delitos violentos son bajas en comparación con el contexto de otros distritos más poblados y menos turísticos. A su juicio, la comparación debe hacerse con un enfoque más detallado y no simplista. Uno de los puntos más destacados por el alcalde es el descenso en las denuncias de robos en el distrito, que, según sus afirmaciones, se redujeron en un 27% entre julio de 2023 y julio de 2024. A pesar de que otros informes indican que los robos han aumentado en comparación con años anteriores, Canales defiende que es crucial analizar los datos en un contexto más amplio y no dejarse llevar por titulares sensacionalistas que pueden distorsionar la realidad. El alcalde también habló sobre las iniciativas que su administración ha implementado para combatir la delincuencia. Según él, se ha incrementado el número de serenos y se ha incorporado tecnología avanzada, como cámaras de seguridad y un sistema de inteligencia artificial, que ha permitido mejorar la capacidad de respuesta ante incidentes delictivos. Con 617 cámaras fijas y 125 bodycams en funcionamiento, el distrito se ha equipado para hacer frente a la seguridad de sus ciudadanos y visitantes. En respuesta a las críticas sobre la falta de personal policial, Canales asegura que su gestión mantiene una colaboración estrecha con el Ministerio del Interior para asegurar que Miraflores cuente con suficiente dotación de efectivos. Sin embargo, reconoce que la cantidad de policías en el distrito ha fluctuado drásticamente en los últimos años, y plantea que se requiere un incremento para hacer frente al crecimiento del movimiento turístico y, por ende, los desafíos en seguridad. La aprobación de un presupuesto extraordinario de 17.5 millones de soles por parte del Congreso es un punto de esperanza para Canales, quien asegura que estos fondos se destinarán a la adquisición de vehículos y drones, así como a la construcción de módulos descentralizados de seguridad ciudadana. Este esfuerzo busca fortalecer los mecanismos de vigilancia y respuesta ante delitos en el distrito. Sin embargo, el clima de tensión y descontento persiste, y el alcalde sugiere que hay un componente político detrás de las quejas. La oposición, según su perspectiva, ha tomado la inseguridad como bandera para desestabilizar su gestión y promover el pedido de revocatoria. Canales enfatiza que la comunicación y la transparencia son fundamentales para contrarrestar esta percepción negativa, y que la municipalidad está dispuesta a recibir a los vecinos y atender sus preocupaciones. En este contexto, el alcalde también se enfrenta a las críticas respecto a la gestión de los espacios públicos y la relación con los comerciantes locales. Asegura que ha trabajado para equilibrar las necesidades de todos los sectores, y que su administración promueve el uso de estos espacios para actividades culturales y recreativas, en lugar de permitir un descontrol que perjudique la convivencia en el distrito. El reto que enfrenta Carlos Canales es considerable, y su capacidad para gestionar la percepción de inseguridad y mejorar la comunicación con la comunidad será crucial para su futuro político. En un ambiente donde el descontento parece crecer, el alcalde deberá encontrar formas efectivas de conectar con los ciudadanos y demostrar que su gestión está comprometida con la seguridad y el bienestar de todos en Miraflores.